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        La leona de dos mundos
 Fecha: 02/06/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Horny, Fuente: CuentoRelatos
 ... hizo intentos, en fin, se embrolló de tal manera que finalmente decidió casarse con su nuevo amor. A los siete meses contrajo nupcias con el desconocido y se fue a vivir fuera del país. El día de la boda, Eduardo asistió a la ceremonia (igual que en las novelas rosa), se paró en la puerta de la iglesia y cuando ella dio el "si", se retiró definitivamente. A partir de ese momento deambuló de un lugar a otro tratando de matar la pena. Por fortuna, rápidamente conoció a su actual mujer, la que limpió y sanó cada una de las heridas dejadas por la temible Cristina. Este amor no era tan intenso como aquel, pero lo hacía crecer, le daba paz y una tranquilidad especial difícil de reemplazar. No podía salir de su asombro. Verla otra vez fue un revolcón para la memoria. Ya más tranquilos, hicieron el mercado a un lado y se preguntaron por las respectivas vidas, hijos, cónyuges, padres, madres y amigos en común. Intercambiaron teléfonos, direcciones y, claro está, el e-mail (el increíble, encantador y emocionante correo privado donde uno puede hablar cara a cara sin ser visto). De esta manera, se dio inicio a una fluida y fructífera comunicación. Comentarios, chismes y relatos interminables: "¿Te acuerdas de esto?", "¿Recuerdas aquello?" Risas, remembranzas y tristezas pasajeras mal disimuladas. Eduardo no dijo nada, pero pensó, pensó, pensó. No podría dejar de pensar. En cámara lenta revisaba su historia afectiva. Eduardo:Estoy confundido doctora. Ella volvió a ... ... despertar en mí algo que yo creía terminado. T (terapeuta):Es comprensible. El primer amor no es fácil de olvidar. Es el debut afectivo y sexual. No es cualquier experiencia. Eduardo:Ésa es una de las cosas que más me mortifican. Nunca hice el amor con ella. Nunca lo hicimos, pese a lo que sentíamos. Nos acercamos, pero jamás pude hacerla mía. T:¿Y entonces? Eduardo:No sé, creo que me lo merezco. Yo estuve ahí todo el tiempo, en las buenas y en las malas. Fui fiel… creo que tengo el derecho de ser su amante… me lo gané. T:¿Ella que opina? Eduardo:Dice que me ama…. T:¿Y tú? Eduardo:Creo que también. Pero pienso que además hay mucho deseo y algo de orgullo masculino. Estoy confundido. A veces creo que he estado engañándome a mí mismo todo el tiempo. Yo pensaba que me había casado enamorado y que aún amo a mi mujer. Ya dudo. T:¿Cómo va el matrimonio de Cristina? Eduardo:Ella no está contenta. Quiere que sigamos adelante. Incluso habla de separación. Ella le pide cama y el loco se le ríe diciéndole que tiene 20 mejores que ella y más jóvenes. Le ha robado dinero (varios miles de dólares y en cosas de la casa). Quedó muy destrozada, sobre todo moralmente. T:¿Y tú que quieres hacer? Eduardo:No lo tengo claro. Siento que ella forma parte de mí. No sé cómo explicarlo, hay algo que me empuja a estar allí, como si ése fuera mi lugar. La vida nos está dando otra oportunidad. Nos equivocamos una vez, pero todavía podemos enmendar las cosas. T:¿Y tu ...