La leona de dos mundos
Fecha: 02/06/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Horny, Fuente: CuentoRelatos
... la mañana y estuvimos hasta el domingo a las 10 de la mañana, 27 horas juntos. Eso lo hacíamos en un motel que está saliendo de Montevideo, hacia los balnearios del Este. Allí no teníamos que estar pendientes que alguien nos encontrara ni del reloj cosa que me saca de quicio. Me gusta cuando hago el amor, tener tiempo por delante y no estar consultando el reloj a cada rato, ya que muchas veces en una relación se te pasan un par de horas volando.
Volviendo a ese sábado que le estaba contando y me salí de tema, durante 4 horas no continuas, tuvimos sexo anal, siendo una de las primeras veces.
El lunes me llamó llorando porque le dolía todo el vientre y quería irse a la emergencia médica. Le contesté "la tuviste metida en el culito por más de cuatro horas, eso te inflamó todo el vientre, ¿el médico qué te va a decir? Tómese un anti inflamatorio y calmante y quédese en su casa descansando". Y así fue, a la tarde ya estaba mucho mejor.
Nos dábamos verdaderas palizas de sexo y quedábamos destrozados, pero no había forma de medirla, de hacerla bajar el ritmo. Y así fue como en nuestra primera salida, a la segunda mañana le encontré el punto G y la pude hacer decir "basta por favor". Era la única forma.
Ella pasaba su brazo derecho bajo mi cuello y se agarraba de mi hombro derecho. Yo pasaba de igual forma mi brazo izquierdo y le tomaba su mano izquierda bien fuerte. Nada de besos o de tocarme el miembro porque me lo podía arrancar o en un beso partirnos literalmente ...
... las bocas.
Luego, ella boca arriba y yo de costado, comenzaba a acariciar su vientre, pasaba suavemente por su clítoris para excitarla un poco y luego introducía mi dedo mayor dentro de su vagina con la palma de mi mano hacia la vagina. En el momento que mi mano hacía tope en la parte delantera de su hueso pélvico, simplemente tocaba casi sin hacer presión la pared frontal de su vagina e inmediatamente comenzaba su orgasmo. Entre la yema de mi dedo y la pared de su vagina, se ubicaba una lengüita que al momento se retraía, pero ya en ese entonces, toda la pared trasera de su vagina se cerraba espasmódicamente sobre mi dedo, hasta que cesaba su orgasmo que era de una intensidad extrema.
Cuando aflojaba, no pasaban 10 segundos que volvía la lengüita y comenzaba otro orgasmo. Llegué a contarle 41 seguidos (cada 4 o 5 yo volvía a presionar la yema de mi dedo, pero sólo un instante y eso bastaba para seguirla).
No sé si le mencioné que el primer día con ella, yo tuve 7 eyaculaciones, cosa que nunca había alcanzado con nadie, y a mi edad, me parece una muy buena producción.
Pero hubo veces que yo no llegaba por más que me esforzara. Jamás fui de eyaculación precoz ya que me preocupé por ello desde mis inicios. Puede decirse que hasta me cuesta llegar, pero como mi intención es más dar placer que recibir, no me preocupa mucho. Imagínese que una vez erecto, la mujer puede gozarla el tiempo que desee y yo tendré también mi goce.
Los primeros tiempos con ella, se me había ...