1. Natalia: Una cogida intensa


    Fecha: 20/02/2022, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Conocí a Natalia en una de esas casualidades de la vida, pero a la vez en ese mismo momento sentí desconocer quien realmente era yo, pues no recuerdo el haberme comportado de esa manera anteriormente. Natalia trabajaba en ese momento en un restaurante mexicano en el cual llegué poniendo mi orden a través del intercomunicador para no entrar al restaurante. Llegué a la ventanilla donde se paga y uno recoge la comida y es cuando la veo por primera vez. Me saluda, le doy mi tarjeta, hace la transacción y hasta el momento todo va normal.
    
    Me pareció una chica que rondaba los mediados veinte, quizá acercándose a los treinta, realmente soy malo para estos cálculos, pero convincentemente tenía facciones bonitas, con una cabellera negra que le llegaba a la espalda. Llevaba un brillante en la nariz, otras dos piedras pequeñas en cada oreja y en su brazo izquierdo delgado y de tez morena clara, un tatuaje que parecía como una guía con pequeñas flores que prácticamente le cubría todo el brazo. De repente la vi bostezar y fue cuando iniciamos una plática que conllevaría a todo lo que pasó esa tarde:
    
    -¿Cansada?
    
    -Si… No pude dormir toda la noche.
    
    -¿No pudiste dormir o no te dejaron dormir toda la noche? -le dije en un sentido morboso.
    
    -¡Qué va! Me hubiese gustado que no me dejaran dormir, pero de eso nada… ¡Quizá eso es lo que necesite… una buena…!
    
    Lo último no lo escuché, pues lo murmuraba y también había dado vuelta alejando su juvenil rostro de mi vista. La orden se ...
    ... tomaba su tiempo, pero no importaba y nos dio el suficiente tiempo para intercambiar algunas otras palabras.
    
    -¿El novio o el esposo no se han tomado el tiempo para relajarte y hacerte realmente cansar?
    
    -No tengo novio… quizá eso es lo que necesite.
    
    -¿Pero imagino que si tienes esposo?
    
    -Si… pero no me cansa lo suficiente como usted dice y es por eso por lo que le digo que a lo mejor necesite algún novio por ahí.
    
    -Bueno, si necesitas un novio, te invito a algún lugar por ahí y nos tomamos algún refresco… una piña colada o margarita. ¿Quieres?
    
    -¿Realmente me está proponiendo que salga con usted?
    
    -Si. Soy un hombre muy discreto. -le dije.
    
    -Mire, si gusta me puede esperar en el estacionamiento. Salgo en quince minutos.
    
    No me lo creía, aunque ya había tenido experiencias con chicas desconocidas, pero mucho mayores y en diferentes circunstancias. Ya iban a ser las cuatro de la tarde y realmente nadie me esperaba en casa y no tenía ningún plan para ese día. A los minutos apareció tocándome el cristal de la ventana. Sube y me mira de nuevo y su primera expresión es hacer obvia mi altura: ¡Wow… uste si es un hombre alto! – Yo mido un metro ochenta y ocho, pero para una chica de un metro sesenta, creo que le parecía alto.
    
    Vestía pantalones jean del típico color azul con una manga al nivel de las rodillas rota, pues creo que es cuestión de moda. Llevaba una blusa blanca y se le podía ver su brasier también de color blanco que sostenía unos pechos de una copa C. ...
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