1. Natalia: Una cogida intensa


    Fecha: 20/02/2022, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... Se le miraba un bonito y redondo trasero y se subió a mi coche y luego me preguntó:
    
    -Y usted… ¿Cómo se llama?
    
    -Disculpa… pensé ya te había dicho mi nombre. Tony, mi nombre es Tony.
    
    -Y bueno Tony… ¿a dónde piensa llevarme?
    
    -Tu dime, estoy dispuesto a tus sugerencias. ¿Qué te parece algún lugar donde tomar algo y que haya música?
    
    -Pensé que sería usted el que me haría cansar y de esa manera poder dormir por la noche.
    
    -Ah… Ok. Bueno en ese caso vámonos hacia mi lugar. ¿Te parece?
    
    -Me parece bien, siempre y cuando no nos encuentre su mujer.
    
    -No te preocupes, a ella la meto en una habitación y no sale de ahí si no se lo permito.
    
    Ella rió por lo último, pues se lo decía en forma de broma. Llegamos a la colonia y ella vio las casas, las cuales son bastante grandes. Para no darle la impresión de que yo era el dueño, tenía en mente llevarla a la casa de huéspedes la cual está atrás y tiene una bonita vista hacia el río. Le dije que yo rentaba la casa de atrás y pasó admirando la piscina y los jardines. Entramos a la casa y la cual es bien acogedora y siempre tiene lo básico en su refrigeradora. Me aceptó un tequila y con el cual brindamos con la excusa de Natalia quien según me decía, era para calmar sus nervios. Caminó alrededor de la sala y abrimos las cortinas y pensé que buscaba algún elemento que le indicara que existía otra mujer o que alguna mujer vivía ahí. Ella me preguntó:
    
    -¿Vas a comer? Se te va enfriar la comida.
    
    -De solo imaginar lo que ...
    ... podría pasar entre estas paredes entre tu y yo me ha quitado el apetito y me ha puesto ansioso. -le dije.
    
    -¿Y qué quieres que pase? Sí es lo que pienso yo entonces pasemos y nos damos un baño juntos. ¿Te parece?
    
    Asistí tomándole de la mano y caminamos hacia el baño, el cual no es tan grande como el de mi habitación. Ella me ayudaba a quitar la camisa y luego el pantalón y me decía que le gustaba como olía. Me dejó con solo el bóxer y entonces comencé a desvestirla. Le removí su blusa y el brasier y descubrí unos pechos redondos y de mediano tamaño los cuales besé en el momento delicadamente y esto me provocó que el falo comenzara a tomar grosor y elevarse. El pantalón le quedaba ceñido a su esbelto cuerpo y se lo bajé con la paciencia absoluta y con la seguridad que esa panochita era pan comido. Llevaba un calzón estilo bikini que parecía metálico, brillante de un color dorado con estampas negras el cual contrastaba con su piel más clara. Se lo bajé y ya comenzaba a humedecerlo, aunque no había habido mucho contacto más que esos cortos besos que le había dado a sus pechos. Su panochita estaba depilada con solo un pequeño arbusto en su parte superior y lo que me sorprendió fueron su labios gruesos atípico para una chica de este tipo de cuerpo. Tenía otro tatuaje a un costado de su abdomen al lado izquierdo también, como si ahí nacía aquella planta que se extendía por todo su brazo. Ella me removió el bóxer y exclamó: ¡Oh, Dios mío… que ver-gota tienes!
    
    En ese momento no ...
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