Acoso Acuoso
Fecha: 21/02/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... los labios vaginales.
Con la palma de su mano extendida, va frotándome en busca del clítoris.
Cuando lo encuentra, le da unos leves golpes con la yema de uno de sus dedos y después lo acaricia suavemente.
Mis piernas comienzan a temblar, así que aprieto mis manos contra la pared de la ducha para no perder el equilibrio.
Casi sin darme cuenta, se me echa encima, noto su cadera apoyada en mi culo y acerca su polla entre mis piernas.
Un relámpago tensa mi cuerpo cuando me penetra, y a pesar de que lo ha hecho bruscamente, la humedad dentro de mí ha facilitado que entrase profundamente.
Se queda dentro de mí unos segundos. Después, comienza a sacarla y meterla con movimientos suaves y noto que cada vez su polla encaja mejor en mi interior. Cuando el movimiento se estabiliza, me dice:
- No voy a parar hasta correrme.
Extasiada con la sensación del agua de la ducha cayendo sobre mí y escucharlo mientras me folla, le digo que me haga lo que quiera.
- Entonces, voy a dejarte empapada por dentro también.
Acelera el ritmo y en lugar de movimientos suaves, comienza a darme embestidas. Me vuelven a temblar las piernas y esta vez mi gemido es prolongado. Oigo su respiración entrecortada cada vez que empuja para metérmela y el sonido húmedo que emite.
Cada embestida llega más profunda y empiezo a notar que el orgasmo se acerca. En ese momento me agarra las tetas desde atrás y me muerde el cuello. Baja el bikini por delante ...
... para dejar mis tetas descubiertas y vuelve a agarrarlas. Cada vez que siento su polla entrar, gimo, pero el ritmo es ya tan rápido que mi gemido es continuado.
En cada embestida, se unen las sensaciones del choque contra mi culo, la mordida del cuello y la profundidad que alcanza dentro de mí.
No puedo más. Justo cuando me embiste por última vez, me pellizca los dos pezones al mismo tiempo. La mezcla de placer y la sorpresa del pellizco hace desembocar toda mi energía entre mis piernas y dejo fluir el deseo de liberarla al exterior. En breves convulsiones, todo mi cuerpo se revuelve. En cada temblor, un relámpago de placer recorre mi cuerpo, notando cómo mi coño se humedece más y más mientras me corro.
Él ha debido notarlo en cada convulsión, porque me dice:
- Ahora voy a correrme yo.
Todavía con el cuerpo flojo por el orgasmo, sigo recibiendo embestidas.
Sus gemidos ahora se descontrolan y me coge de los hombros para que su polla llegue lo más profundo posible. Por último, noto que aprieta sus manos y no se despega de mí. Me inunda la temperatura en mi coño, sintiendo cómo el fluido se desliza en mi interior.
Cuando comienza a sacarla, veo que parte de su semen ha salido y resbala por mis piernas. Antes de sacarla del todo, me da una última embestida profunda por sorpresa y escucho el sonido de la mezcla de su semen y mi humedad en lo más profundo de mí.
Nos quedamos así un buen rato, con el agua de la ducha todavía abierta…