1. En la mansión de la hermafrodita


    Fecha: 27/02/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me desperté como otro día cualquiera a las seis de la mañana. Para dormir llevaba una camiseta y mi ropa interior. Me quité la camiseta y me fui al espejo. Dejé salir mis alas. Mientras me observaba frente al espejo recibí una llamada.
    
    –¿Quién es?
    
    –Soy yo, Eli. Sabía que te habrías despertado, me he permitido unas vacaciones. Me gustaría hacer algo en vacaciones contigo.
    
    –¿Como que?
    
    Volví al aseo y seguí con mis cosas mientras hablaba en manos libres.
    
    –No lo sé, salir de compras, irnos a una piscina. Cualquier cosa, ligar si te apetece. Podemos hacer muchas cosas. De todas formas estoy en el aeropuerto, te llamaba para que me recogieras.
    
    –Nena, iba a salir a correr. Mi cuerpo lo necesita, y mis alas la verdad, es que también necesitan salir.
    
    –Tus alas necesitan la luz del sol, no me seas cascarrabias y ven a recogerme.
    
    –Acabo de despertarme, Eli. Solo llevo las bragas puestas, ¿puedes esperarte?
    
    –De acuerdo, Laura.
    
    Eliana es una amiga del ejército, es una larga historia. Un ejército de no humanos que se encarga de asuntos secretos. Aparte de mi hermanastra, Eli es una de las pocas amigas que tengo allí. Muy buenas amigas. Me peiné. Después me vestí, y decidí demorar el desayuno para cuando estuviera con mi amiga. No me hacía especial gracia que me trastocaran mi horario, yo quería salir a correr y luego desayunar. Sin embargo haré un esfuerzo por mi mejor amiga. Cogí mi coche y partí hacia el aeropuerto. Tardé como media hora en ...
    ... llegar.
    
    Eliana me esperaba fuera del aeropuerto con dos maletas grandes, llevaba un pantalón corto y una blusa. Me saludó y vino corriendo hacia mi coche. Salí de mi vehículo y nos saludamos.
    
    –Podrías haber avisado de que venías.
    
    –Me gusta dar sorpresas. Por cierto Laura, no te recuerdo tan guapa. El aumento de pechos que te hiciste te ha sentado bien.
    
    –Gracias…
    
    –¿Nos vamos a tu casa, Laura?
    
    –Si, de momento si. Luego ya veremos a dónde vamos.
    
    Abrí el maletero, y ayudé a Eliana a meter las maletas en el coche. Se subió y partimos del aeropuerto. Con su comentario sobre mis pechos me acordé que no vestía el sujetador, he salido tal cual voy.
    
    –Y dime. ¿Qué tienes pensado hacer?
    
    –Iba a preguntarte si podría quedarme en tu casa. Podría pagarme un hotel, pero los más cercanos a ti son caros, y tú me comentaste hace semanas que tenías una habitación libre.
    
    –Claro, puedes quedarte. Siempre que limpies lo que ensucies.
    
    –Gracias. Venía con la intención de proponerte algo, pero no sé si esperar a que desayunes.
    
    –Habla, creo que no me va a gustar.
    
    –Me gustaría tener sexo, no encontrar pareja. Salir, divertirme y follar. Sin embargo no quisiera ir sola.
    
    –¿Quieres que me vaya contigo también para…?
    
    –Si quieres. Hay un...lugar de ocio para no humanos que quería visitar.
    
    –¿Sabes que yo no he tenido sexo desde…?
    
    –Si, pero es hora de que lo superes o que no tengas sexo y solo me hagas compañía.
    
    –¿Eso es lo que quieres hacer?
    
    –No he tenido sexo desde el ...
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