1. El regalo: Un antes y un después (Decimocuarta parte)


    Fecha: 01/03/2022, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... trabajo. Pongamos a funcionar esta oficina. Las insté a comenzar nuestras diarias labores. Señora Dolores, buenos días. Podría usted por favor, ¿conseguirme algo para desayunar en la cafetería del primer piso? Le agradezco, hoy salí de prisa y no pude desayunar.
    
    …
    
    Dormí un poco más, aprovechando que mis hijos sin colegio ese viernes, estaban con su abuela y el padrastro de Silvia. Tenía tiempo suficiente así que hice un poco de pereza. No se me hizo para nada extraño que mi esposa no me despertara, seguramente estaría aun ofendida, pero me llamaría luego para desayunar.
    
    Entré en el baño auxiliar para ducharme y luego de afeitarme, salir de nuevo para la habitación de invitados y acomodar el sofá cama, doblando con cuidado las sabanas y la colcha. Luego aun en toalla me dirigí hasta nuestra alcoba para vestirme allí.
    
    La puerta estaba abierta y no veía movimiento. Silencio. Y en el baño tampoco se encontraba mi mujer. Estaría preparando el desayuno aunque no se escuchaba el trastear de ella en la cocina. Me vestí en calma, y posteriormente salí, atravesando el corto pasillo hasta llegar a la cocina, pensando en hacerle alguna broma, que bajara la tensión entre los dos.
    
    Cocina vacía, mirada mía alrededor. Nada en el comedor ni en la sala. Mucho menos en el balcón. Silvia no estaba, el desayuno que esperaba recibir, también brillaba por su ausencia. No pensé aquella mañana que las cosas estuvieran tan mal. No era para tanto, creía yo.
    
    Al llegar al concesionario, ...
    ... malhumorado por mi situación, saludé a los que había por allí sin muchas ganas. Directo a la máquina expendedora. Un café, un pastel de pollo. Los mismos catorce pasos para desayunar de pie. Un cigarrillo fue el postre y un trident de hierbabuena para iniciar la acción.
    
    Ya sentado en mi cubículo, tarde como siempre, escuché el taconeo apresurado, la carcajada por usual saludo y la algarabía barranquillera en su voz, para hacerse notar.
    
    —Y ajá, nene buenos días. ¿Qué vamos a hacer hoy? —Me preguntó y yo, sin dejar de mirar la pantalla del ordenador le respondí secamente…
    
    —Buenos días. Para hoy puedes empezar por buscar otro escritorio donde colocar tus cosas. Creo que ya has concluido tu inducción y con altas notas. —La escuché suspirar. Segundos después, de nuevo aquel sonido de sus tacones pero más mesurados, alejándose despacio de mi escritorio.
    
    ¿Pretendía ella que todo seguiría igual entre los dos? ¡Qué ilusa! Por más hermosa que me pareciera, cuando me siento traicionado u ofendido reacciono igual. Esa persona se me va saliendo del rincón de mis afectos.
    
    No estaba enojado por eso en verdad, pero si me sentía decepcionado, bastante. Por eso siempre preferí trabajar sin acompañantes, hacer mis cosas solo. ¿Para qué dar sin recibir? ¿Para qué esperar de alguien, lo que no me puede entregar? ¡Falsas promesas de sincera amistad!
    
    Una cliente menos, pero tenía en la mira otro probable negocio en las cercanías de Madrid. Así que me dispuse a preparar una oferta ...
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