El regalo: Un antes y un después (Decimocuarta parte)
Fecha: 01/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... irrechazable. Una tabla de colores nueva, algunos suvenires para provocar recordación. Ya estaba terminando de alistar todo en mi maletín cuando la voz de mi jefe se escuchó con fuerza por toda la vitrina.
—¡Cárdenas a mi oficina! Y usted también, señorita Torres.
¡Mala cosa! El qué don Augusto me llamara por mi apellido no era una buena señal. Respiré profundo y enfilé mis pasos hasta su oficina.
—Buenos días jefe. ¿Para qué soy bueno? le dije yo. Antes de que por mi espalda llegara Paola.
—Rodrigo, se te encargó la labor de enseñarle a la señorita Torres todo lo referente a las ventas. En serio crees que en cuatro días ella ya se encuentra enterada de todo… ¿Para que la despaches de tu escritorio? —Me lo soltó franco y directo, como solía ser él.
—Yo, sinceramente pienso que es una alumna muy aventajada. De hecho ya hasta roba clientes y eso no se le enseñe yo. Creo que se lo aprendió a Federico ayer en su desayuno. ¡Es que el anda entre la miel, algo se le pega! —Hablé sin tapujos ni cortapisas.
—Y ajá, pues que te quede claro que yo no tenía idea de que la mamá de mi novio fuera cliente tuya. —De inmediato Paola contraatacó–. Y mi novio insistió en que fuera yo la que los atendiera de ahora en adelante o se irían de compras a la competencia. En serio lo lamento, pero yo no estaba enterada de que eras tú quien les proveía los camiones, hasta que te ví fuera del almacén. —Y dicho esto, fue mi jefe el que tomó control de aquella conversación.
—Los ...
... clientes no son de ustedes, pertenecen a la empresa y por lo tanto ustedes dos deben ponerse de acuerdo en quien los va a atender. No podemos permitirnos perder negocios. O lo definen entre ustedes o las comisiones por las ventas serán para la gerencia.
—Pues yo no tengo problema Jefe, igual no será el primer negocio que me roben y tengo ya preparada, otra visita. Por eso no necesito venir a poner quejas. «Lo que por agua viene, por agua se va». Y ya no quiero seguir con ella a mi lado. Voy a trabajar solo como siempre. Con el respeto que usted se merece jefe, si no le parece me avisa para dejarle mi puesto libre. No nací aquí, tampoco he de morir. —El rostro de mi jefe se mantuvo sereno, aunque me pareció estar a punto de explotar.
—Rodrigo, yo no puse ninguna queja, fue Federico el que se metió al verme llorar. —Me dijo Paola, aunque no me importó, pues yo estaba más pendiente de la reacción de don Augusto, ante mi ultimátum.
—Bueno pues entonces, para no hacer más larga y tediosa esta reunión, Paola tu continuaras llevando bajo tu responsabilidad ese negocio. Y hablaré para que te adecuen un puesto de trabajo. Y tu Rodrigo, más te vale que dejes tu soberbia a un lado y consigas más negocios. Y no lo digo por esta empresa sino por tu bolsillo. ¿A dónde piensas acudir? —Me preguntó mi jefe, sarcástico pero sin explotar. Paola me observo un instante, tenía en verdad algo de humedad en sus preciosos ojos verdes, pero salió de nuevo de la oficina para dirigirse hacia el ...