Todo cae en familia
Fecha: 10/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos
... nimiedades.
De vez en cuando se sacaba la polla de látex para repasar toda su raja y detenerse en el pequeño botón queriendo disfrutar de las vibraciones que el juguete le brindaba en esa zona. Después llevó la verga a su boca y la repasó con la lengua reiteradas veces para, a continuación, introducírsela en la boca una y otra vez. Tras unos minutos lengüeteando y engullendo el consolador, volvió a metérselo en el coño y un gemido escapó de su boca. El dedo corazón de la otra mano se ocupaba de atender el anhelante clítoris, mientras la polla desaparecía en la cavidad y volvía a reaparecer en movimientos contundentes cada vez más rápidos. Poco a poco el dildo iba impregnándose del flujo blanquecino que segregaba su vagina, prueba evidente de su excitación. Ángela levantó las caderas y movió la pelvis repetidas veces, anunciando así un maravilloso orgasmo que Pablo pudo escuchar, no sólo mediante el teléfono, sino también a través de las puertas. Como si el artífice de la corrida de su tía hubiese sido él, consideró que ya podía correrse y se abandonó a su placer dejando escapar el líquido a presión, y como si de un aspersor se tratase, se desparramó sin contención por la habitación. Después de quince segundos expulsando leche se desplomó encima de la cama reconociendo que había sido la mejor paja que recordaba.
Volvió a mirar el teléfono móvil comprobando que su tía se colocaba el pijama, se tapaba, apagaba la luz y caía rápidamente en un merecido sueño tras la ...
... descarga de endorfinas. Pablo hizo, lo mismo, limpió el suelo, se puso el pijama e intentó conciliar un sueño que se resistía a aparecer después de todo lo que había visto. Todo aquello era demasiado para un joven de veinte años, de modo que tras dos pajas más sosegadas, el sueño le ganó la batalla, durmiendo esta vez de un tirón.
Pasó una semana y Pablo no volvió a observar la morbosa conducta de su tía. Eso sí, disfrutó de los momentos fugaces en los cuales ella se desnudaba para cambiarse de ropa, siempre a la espera de regocijarse de nuevo contemplando el espectáculo grabado a fuego en su cerebro, hasta que un lunes, después de suspenderse las clases en la facultad, regresó a casa, en vista de que no tenía otros planes. Se suponía que un lunes por la mañana todo el mundo estaba trabajando y en casa no tendría por qué haber nadie, por lo que aprovecharía para ver la escena en su móvil una y otra vez hasta que sus reservas de leche se vaciaran.
Cuando entró en casa escuchó gemidos provenientes de la habitación de Ángela y se acercó con sigilo agradeciendo el hecho de disfrutar de otra situación morbosa, por lo que entró en silencio en su habitación y cerró la puerta para explayarse.
Al encender el móvil y activar la cámara vio como Ángela estaba montada encima de un amante y saltaba alegremente sobre un enhiesto falo de notable tamaño. Reconoció entonces que su tía no se conformaba con cualquier menudencia. Fue cuando abandonó la cabalgada para cambiar de posición, cuando ...