Juego de niños
Fecha: 03/06/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ayudarla.
-Dile que enseguida bajo.- Le dije cerrando las piernas de golpe y sin dejar de mirarle a los ojos.
-Lo siento tía, no sabía que....
-Tranquilo, no pasa nada. Pero la próxima vez llama a la puerta antes.
Y se fue.
Yo no le di importancia al asunto, pues había sido un accidente y Mario era un niño, aparte de mi sobrino. Pero cuando llegué a la cocina mi hermana me miró seria, no enfada, pero seria.
-Mario me contado lo que ha pasado, está un poco asustado, dice que le vas a regañar.
-Pero Sonia, si ha sido un accidente. Además la culpa ha sido mía, tenía que haber echado el cerrojo.
-Ya lo sé, pero él es un niño.
-Voy a hablar con él.
Salí al jardín y me encontré con Mario sentado al borde de la piscina. Dio un respingo al verme llegar a su lado y, con ojos asustados, me dijo:
-Tía, me perdonas.
-Mario, no hay nada que perdonar. Ha sido un accidente y punto. Y, si alguien tiene la culpa, esa soy yo. Tenía que haber echado el cerrojo.
-Entonces,¿me perdonas?.
-Bueno, si así te quedas más tranquilo, si, te perdono.
-Gracias tía.
Poco a poco fueron llegando el resto de mi familia, se empezó a revolucionar el ambiente. Los saludos iban y venían, los niños corrían de aquí para allá, mientras yo seguía en la cocina preparando el ponche. En el momento que iba cargada con la ponchera para guardarla en el frigorífico, los niños se cruzaron en mi camino, intenté esquivarlos y, cuando creía que lo había conseguido, tropecé con ...
... la silla y lo ponchera se me cayó de las manos, empapándome entera y haciéndose añicos en el suelo. El estruendo fue tal, que el revuelo se paró en seco. Dos segundos más tarde, entraban todos en la cocina, viendo el panorama. Yo empapada de ponche de pies a cabeza, miles de cristales en el suelo y los niños asustados en un rincón. Se armó una buena bronca con los niños y yo tuve que irme a duchar.
Mi hermana se ofreció a dejarme algo de ropa, pero como yo traía mi ropa para cuando saliera por la noche, pues le dije que no hacía falta.
Subí a la habitación de mi hermana con mi bolsa de ropa nueva, y me dispuse a ducharme. Abrí el grifo y comencé a desnudarme, cuando me quité el tanga, me di cuenta de que estaba mojado, así que tenía que quitarle uno a mi hermana. Me enrollé una toalla sobre el pecho y salí a la habitación. Al llegar a la cómoda y abrir el cajón, escuché las voces de mis dos sobrinos en la habitación de al lado. Mario le estaba contando, a Carlos, el incidente que tuvo conmigo en el baño. Bajaron el tono de voz y ya no pude oír lo que decían, así que regresé al baño. Estaba dentro de la bañera, debajo del grifo y con los ojos cerrados. La mampara que encierra la ducha es de cristal liso y transparente, y pude ver como la puerta del baño se entreabrió dos o tres centímetros. Recordé a los dos niños hablando en la habitación de al lado y supuse que eran ellos. No hice nada, y les dejé mirar. Cuando cerré el grifo y abrí la mampara para salir, les pude ver ...