Juego de niños
Fecha: 03/06/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... raja y tuve que morderme muy fuerte el labio para no gritar.
-¡¡¡Carlos. Mario!!!, ¡¡donde estáis, no puedo encontraros!!.-Interrumpió la niña.
-Están debajo de la mesa.- Contestó mi hermana.
Los niños se retiraron de dentro de mi y salieron de debajo de la mesa, dejándome muy mojada, sobre excitada y a medias. Corrieron al centro del jardín y allí prosiguieron con sus juegos.
-Voy al baño.-Dije excitadísima y sudorosa.
-¿Estas bien Sara?.- Volvió a preguntar mi hermana.
- Si, es que creo que he bebido mucho vino.
Subí al baño del cuarto de mi hermana y me senté en la taza y continué con lo que los niños habían dejado a medias.
Con los ojos cerrados me acariciaba y me buscaba, sin pensar que la puerta estaba abierta. En esto entró Mario, que seguía jugando al escondite y se quedó mirándome, yo no lo vi, pero él a mi si.
Estaba suspirando fuertemente y jadeando, cuando siente una mano en una de mis tetas que, debido a mi excitación, se había escapado del top. Abrí los ojos asustada y vi a Mario que me tocaba con ojos inexpertos, dejándole hacer por que debido a mi excitación.
Yo le miraba a los ojos pero él solo tenía ojos para mi teta, así que saqué mi otra teta del top, le agarré la mano, a lo que el se ...
... sorprendió, y se la puse encima:
-Toca todo lo que quieras, pero no se lo digas a nadie.
Y me tocó, me acarició, por encima, por debajo y sobre mis tetas, mis manos estaban ocupadas en mi raja y mis ojos cerrados. Con el ímpetu tropezó y cayó encima mío y pude sentir su bultito al tocar mis manos. Me miró, le sonreí y, de golpe, le bajé los pantalones y los calzoncillos.
-Prométeme que no le dirás nada a nadie de lo que pase,¿Vale?.
-Si tía, te lo prometo.
Y le acaricié su colita mientras él hacía lo mismo con mis tetas. Una de mis manos en su colita, la otra en mi raja y las dos suyas en mis tetas. Quité mi mano de la raja, le hice acomodarse entre mis piernas sin que él se diera cuenta y, con mi mano libre, le empujé hacia mi, provocando que penetrara de golpe.
-Ahora muévete atrás y adelante, pero muy suave.
El no dijo nada pero actuó. Entraba y salía de mi suavemente, sin prisa, jadeando sobre mis tetas y sin quitar sus manos de ellas, hasta que de golpe, me inundó con su inocente lechita, lo que me provocó un enorme orgasmo.
Estuvimos cinco minutos abrazados, sudando y recobrando el aliento. Luego me dijo:
-Tía, te prometo que no se lo diré a nadie pero,¿podremos hacerlo otra vez algún día?.
Continuará.........