Como yo te miro, no te mira nadie
Fecha: 19/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
... vuelves tu cabeza para atrás y observas como el cuerpo sudoroso de ese macho sigue haciendo esos movimientos de mi pelvis clavándose contra tu culo y es asombroso mi aguante.
R- ¡Pero qué manera de follarme el culo, cariño!
Tus dedos empiezan a jugar con tu clítoris sintiendo un gusto doble, por un lado, el que recibes en tu culito con esa maravillosa polla y por otro el de tus propios dedos en tu sexo.
R- ¡Si, si, si, que gusto...! ¡Me estoy corriendo...! -empiezas a gemir cuando te llega un orgasmo maravilloso
C- ¡Sí, preciosa, córrete, córrete que ahora voy yo!
R- ¡Sí, joder, dame más, Carlos, fóllame el culo! -sigues gimiendo entre temblores.
Eso me estimula para dejarla más dentro, tensando mis músculos mientras ese orgasmo te hace temblar, lo que provoca mi propio orgasmo a continuación corriéndome dentro de tu apretado culo.
Puedes notar como te invaden incesantes chorros de mi semen que te llenan por completo y cuando saco mi miembro de tu apretado culo, innumerables ríos de semen recorren tus muslos manchando tus medias con ese líquido blancuzco.
Permanecemos desnudos, abrazados y jadeantes en el sofá, recuperándonos de ese sexo salvaje y tan morboso.
Te levantas y caminas meneando tus caderas, con tus pies descalzos que manchan las medias en la planta de mis pies y así caminas desnuda hasta la ducha.
Regresas hacia el sofá en donde te espero admirando tu cuerpo, fijándome como solo un hombre sabe hacerlo, en tu sexo primero y en tus ...
... medias después, observando como tus pies descalzos retumban en la madera del entarimado.
Vuelves a ponerte a horcajadas sobre mí.
R- ¿Tienes sed? –me preguntas.
Cuando asiento con la cabeza y pellizco de nuevo tus pezones y tú le das otro trago al vaso de vino manteniendo el líquido fresquito en tu boca y a continuación me haces un gesto para que abra la boca dejando caer de entre tus labios un pequeño chorrito de vino que se deposita sobre mi lengua y a reglón seguido nos fundimos en otro tórrido beso.
No sé el tiempo que permanecemos ahí, con nuestros cuerpos desnudos, nuestros sexos pegados y nuestras bocas y lenguas unidas, pero entonces nos acordamos de que tu chico estaba prácticamente en la habitación de al lado, ya que nos separaba un tabique nada más y estaría cansado de jugar.
R- Carlos, debo irme... –me dices separándote de mí.
A continuación, comienzas a vestirte mientras te observo y le pega otro trago a la copa. Te encanta ver como observo tus movimientos, cómo te abrochas el sujetador, como abotonas tu camisa o como subes tu falda meneando tus caderas mientras nuestros ojos se miran de continuo. Estiras tus medias para tensarlas ante mi cara sonriente.
C- Preciosa, necesito verte otra vez. –te digo, mientras tú vas calzándote los tacones.
R- Claro... Carlos... sabiendo esto, a partir de ahora le regalaré algún videojuego –me contestas y ambos reímos.
Regresas a la puerta de tu piso, no sin antes lanzarme un besito, al chico que te mira ...