Como yo te miro, no te mira nadie
Fecha: 19/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
... entrecortadamente.
R- ¡Ni yo que lo estés haciendo!
Aunque parece un sueño, estas aquí, desnuda, cabalgando sobre la dura polla de tu carbón, alguien necesitado de un buen polvo, tanto como lo estoy... necesitabas que alguien por fin se fijara en ti y te taladrase de una maldita vez mientras tu chico está tocando botoncitos.
Sé que mientras te clavabas mi polla hasta lo más hondo no dejas de pensar en tu chico, pero curiosamente no sientes arrepentimiento en ese momento, tan solo la necesidad de ser follada y por tu diablillo...
Mis manos acarician tus piernas, pasando mis dedos suavemente por tus medias brillantes, mientras tú me tienes atenazo con tus muslos e intentas apretar los músculos de tu vagina para sentir esa dureza con mayor intensidad, sin dejar de cabalgar más y más fuerte, sintiendo como te lleno con mi polla en tu interior.
Puede que en ese momento te estés comportando como una puta, una traidora, una novia infiel, pero te sienta tan bien, quieres follar el mayor tiempo posible sobre esa adorable polla que te llena tanto... quieres disfrutar este momento y no tener que ver el estúpido videojuego. En el fondo, aparte de sentir ese placer, lo hace a conciencia en gran parte, para darle un buen escarmiento y una buena lección para que nunca olvide a su novia cabreada mientras se llena de una polla nueva y bien dura.
La respiración y los jadeos de los dos son muy intensos y ambos estamos disfrutando de ese polvo prohibido e intenso... Te ...
... agarras a mi nuca y tus tetas quedan en mi boca que chupeteo y muerdo con todas mis ganas. Solo se oyen nuestros cuerpos desnudos chocar, nuestras respiraciones y nuestros agitados jadeos.
C- Me voy a correr –te aviso.
R- ¿Te gustaría hacerlo en mi culo? –me preguntar mientras aprietas tus muslos.
Yo te miro sin creerme la propuesta, pero solo te sonrío y asiento con la cabeza, reflejando en mis ojos el deseo y la felicidad. No me haces esperar, te incorporas para ponerte arrodillada a cuatro patas sobre el sofá y esperando a que, tu cabrón, por detrás te siga follando, pero esta vez por tu otro agujerito. No me cuesta meter la punta, que se encuentra bien lubricada y además me permites mejor posición, levantando tu culo, apoyando tus codos en el brazo del sofá facilitándome al máximo esa entrada. Relajas los músculos y esa polla entra en tu ano como un cuchillo caliente en la mantequilla. Nunca te has entrado tan fácilmente ahí atrás, pero es que los dos estamos excesivamente calientes. Su polla está totalmente insertada y notas los latidos de tu corazón acelerarse. A partir de ese momento, te agarro de tus caderas y empiezo a clavártela cada vez con más fuerza teniendo que sostenerte pues mis embestidas son brutales, haciendo que el sonido de nuestros cuerpos chocar sea como una explosión... es la música mágica y atrapante de una follada que parece que no tiene fin.
C- ¡Sí, sí... qué maravilla... que culito tan estrecho! –te digo entre bufidos.
De vez en cuando ...