1. Madura pierde la vergüenza entre otras cosas (2)


    Fecha: 20/03/2022, Categorías: Infidelidad Autor: carmenmadura, Fuente: CuentoRelatos

    ... habías tomado por culo ¿es verdad?
    
    —Pues claro que es verdad, ¿piensas que soy una mentirosa?
    
    —Meri, Meri. Nada más preguntaba. Baja la guardia, no seas tan defensiva, estamos juntos para pasárnoslo bien. Y me alegro haber preguntado porque así vamos a hacer las cosas como Dios manda.
    
    Entró en su cuarto de baño y volvió con una botella de plástico blanco en su mano. Se sentó en la cama y me llamo:
    
    —Ven aquí Meri.
    
    —¿Qué vas a hacer, A... apolo?
    
    —No seas desconfiada, te voy a poner un enema.
    
    —¿Para que...?
    
    —Pues para que va a ser. Anda no seas difícil Meri. Ayer yo hice todo lo que tú quisiste, sin dudar ni preguntar. Hoy te toca a ti. ¿Vale?
    
    —Vale, Apolo.
    
    ¿Cómo podía yo ser tan débil? ¿Cómo podía estar en la habitación de Apolo después de los remordimientos que tenía hace apenas una hora? ¿Cómo podía estar rindiéndome como una esclava? ¿Cómo podía yo ser tan puta?
    
    Me acerque a Apolo y el otra vez me puso sobre sus rodillas. Subió mi falda, bajo mis bragas y acaricio y beso mis nalgas.
    
    —Meri, Meri desde que te vi en la piscina con aquel bikini, tu culazo me vuelve loco. Pero loco de verdad. Mira te voy a poner el enema. Así, después de que vayas al cuarto de baño, todo lo que hagamos estará muy limpio.
    
    Noté como separaba mis nalgas y algo duro entraba en mi culo. Noté algo de presión y algo frío entrando en mis entrañas.
    
    —Ya está. Pero quédate así un poco para que actué bien el enema.
    
    Dijo Apolo y al mismo tiempo sobaba, estrujaba, ...
    ... acariciaba y palmoteaba mis nalgas.
    
    —Ahora podemos ir al cuarto de baño.
    
    —¿Qué quieres decir, podemos?
    
    Dije indignada. Hasta ahí podían llegar las bromas.
    
    —¿Crees que soy tan guarra que puedes venir al cuarto de baño a verme dar de cuerpo?
    
    Pregunte con un tremendo tono de superioridad e indignación. Apolo no dijo nada. Simplemente me pegó cinco azotes muy fuertes que me hicieron chillar y llorar. Con voz muy dulce dijo;
    
    —No quiero verte dar de cuerpo, quiero verte cagar. Me gusta tu cuerpo, me gustan tus carnes, me gusta tu culo, quiero verte hacer de todo. Pero si te sientes incomoda, en vez de poner voz de superioridad, con decir que prefieres estar sola, basta.
    
    Calme mis sollozos, limpie mis lágrimas con el dorso de la mano y con mi mejor voz y el tono más dulce y sumiso dije.
    
    —Apolo, prefiero estar sola, por favor.
    
    —Como quieras Meri.
    
    Tuve que salir corriendo al cuarto de baño porque el enema hacia efecto. Casi no me dio tiempo a llegar al wáter. De forma torrencial limpie mis intestinos. Sentada trataba de reflexionar. ¿Qué me estaba pasando? En cualquier momento podía llamar a seguridad del hotel (había un teléfono en el baño) y me "liberarían". Pero puesto que no llamaba, parecía que no quería ser liberada. La idea ser sodomizada, ¡de tomar por culo, coño! De que Apolo me metiera su vergón de gloria por el culo me tenía llena de morbo y curiosidad. Me daba miedo, me hacía temblar, notaba mi boca seca, la lengua se pegaba al paladar, pero ...
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