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HASTA LA CIMA - SEGUNDA PARTE
Fecha: 25/03/2022, Categorías: Infidelidad Autor: maia24, Fuente: RelatosEróticos
... sospechaba, al regresar al salón del río Jo se encontraba diez veces mejor sin mí. Pude notar la mirada del esposo de la chica cuya bebida había derramado, una mirada cargada de un interés inusual. Si bien en mi país mi atractivo solía llamar la atención de vez en cuando, acá en España parecía ser el último botellón de agua en el desierto. A veces la idea me incomodaba, pues no sabía si era fascinación o curiosidad, y pensar en que los hombres me miraban por curiosidad cual bicho raro me hacía sentir un tanto descolocada. —Se tienen que tener tres dedos de frente para hacer lo que has hecho, tía. Joder, menudo lío... Te ha salvado tu carita, ¿eh? Y quizás ese par de cachetes gordos que sacudes al caminar —comentó Jo y me propinó un codazo que rompió la tensión que pudo haber existido. Gabriel volvió a su lugar en la mesa y el evento continuó como si nada hubiese pasado terminando a eso de las tres de la mañana. Las geishas nos deshicimos de los kimonos entonces para comenzar a limpiar, y justo cuando venía saliendo de la habitación donde había dejado mi ropa el joven Massimo caminaba hacia mí. El alcohol que debió haber consumido durante toda la noche le había iluminado el rostro de un sutil rojizo, que se hizo más notorio cuando sonrió al reconocerme. Lo único que dijo al detenerse frente a mí fue: —Lo mejor de toda la noche fue verte en bragas. Y siguió su camino sin mirar atrás. *** —¿En dónde estuviste ayer? —le reproché amodorrada a Adrián al ...
... amanecer. —¿Por qué? —preguntó mientras rebuscaba algo en su mesita de noche. —Te llamé —susurré acomodándome para volver a dormir. Adrián dejó algo a un lado de mí. —Te la tomas con el desayuno —ordenó. —¿Qué es eso? —pregunté entre sábanas. —Cogimos en el bar, no queremos un bebé por el momento. —¿Por el momento? —intenté preguntar con picardía, pero el sueño me arrastró antes de obtener una respuesta. Aunque Gabriel no me había dado la indicación, decidí tomarme el martes como un día de descanso. Me desperté hasta que mi cuerpo no pudo dormir más y decreté que aquella había sido una buena elección cuando recordé que había olvidado mi uniforme en la residencia de los Wechsler. Los recuerdos del evento fueron llegando paulatinamente mientras tomaba el desayuno a las tres de la tarde. Las palabras de Gabriel y el incidente con Massimo. El comentario de las bragas y la bebida derramada. Negué sin poder creerme el pedazo de tronco del que estaba hecha. Lo bueno es que, aparentemente, anoche había logrado un dos por uno: Gabriel había accedido a conseguirme un mejor puesto dentro de la empresa y a la vez había conseguido conectarme directamente con Massimo. Desde luego faltaba que el cretino de Massimo aceptara hacerle el favor de integrarme en su equipo. Si se negaba, ¿de qué otra forma podría ejecutar mi plan? El comentario de las bragas me sugería que la idea de Gabriel funcionaria. A eso de las cuatro de la tarde mi celular vibró con la llegada ...