Amigas del alma
Fecha: 29/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos
A Paula no le sedujo la idea de ir de acompañante de la pareja. Hacía semanas que su amiga Alba había insistido en hacer las presentaciones y se la veía tan ilusionada que no quiso negarse. No le importaba conocerlo, lo que no le apetecía en absoluto era ir a una fiesta con ellos y hacer de farolillo.
Las dos amigas estaban divorciadas. Paula ya llevaba dos años y Alba poco menos de un año, pero, así como Paula tenía muy claro que no quería comprometerse de nuevo con ningún hombre, su amiga parecía necesitar a alguien a su lado que la mimara y la entendiera. Obviamente era más dependiente, y cuando conoció a Alex vio en él a su media naranja y también a la persona ideal para rehacer su vida. No hacía más de tres meses que salían juntos, pero para Alba era tiempo más que suficiente y desde luego, tenía claro que le amaba.
Aunque Paula y Alba eran amigas desde la infancia y parecían dos almas gemelas, eran bien distintas la una de la otra. Las dos contaban treinta y cinco primaveras. Parecía incluso que se hubiesen puesto de acuerdo en quedarse embarazadas al mismo tiempo, tener el mismo número de hijos, por lo que ambas tenían dos, de cuatro y ocho años, así como también parecía que se hubiesen puesto de acuerdo en divorciarse, distanciándose la una de la otra tan sólo en un año.
Ambas eran atractivas, pero el físico de Paula siempre había destacado sobre el de Alba, e invariablemente era la que acaparaba la mayor parte de las miradas, aun así, nunca existió una ...
... rivalidad entre ellas, y si la hubo, había sido sana. A sus treinta y cinco años, Alba seguía siendo una mujer atractiva, pero con dos partos a sus espaldas, sus caderas se habían ensanchado considerablemente. Pero lo que le importaba era que Alex la quería y eso le bastaba. Por su parte, a Paula le pareció un buen tipo, además de un hombre atractivo y varonil, reconociendo el buen gusto de su amiga.
Alba hacía los preparativos para la cena mientras Alex le comentaba que pertenecía al cuerpo de bomberos, relatándole también algunas de sus anécdotas. Paula le reía sus gracias e incluso estuvo a punto de aportar también su toque de humor añadiendo un símil para su profesión y determinando que el de apagafuegos era más apropiado, pero lo reconsideró y se abstuvo de hacer comentarios fuera de tono que pudiesen ser malinterpretados. Del mismo modo que a Paula, Alex le gustó más de lo que cabía esperar. A él tampoco le pasó inadvertido el atractivo y el glamour que Paula desprendía, de manera que, sin pretenderlo surgió un magnetismo entre ambos, ajeno a Alba.
Paula no estaba habituada a ese tipo de fiestas donde apenas se podía hablar y había que gritar para hacerse entender. Hacía años que no acudía a esas veladas donde el bullicio existente impedía mantener una conversación sin tener que levantar la voz. Los camareros intentaban abrirse paso con las bebidas ante una muchedumbre agobiante, donde el Dom Pérignon desaparecía de la bandeja en pocos segundos. Alex se hizo con tres ...