1. Corazón seguro con uno, y deseo desbordado con otro


    Fecha: 03/04/2022, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    Mi señora y tres amigas de la juventud tienen una empresa dedicada a la producción de perfumes, siendo sus clientes habituales aquellos famosos que pretenden tener su propia línea. Las cuatro socias se están acercando a la cuarentena y hacen un buen equipo.
    
    Con Sara llevamos doce años de matrimonio, no tenemos hijos, y yo crucé hace tres la barrera de los cuarenta. Soy socio en un estudio jurídico-contable con importante presencia en el rubro. Un día, al regreso de nuestras labores, mi esposa me comenta que les ha surgido una oportunidad de ampliar sensiblemente el mercado, incorporando un socio que tiene una importante cartera de clientes.
    
    - “Quién es?”
    
    - “Se llama Fidel Alonso”.
    
    - “Por qué será que me suena?”
    
    - “Porque fue novio mío durante un año antes de conocerte”.
    
    - “Ahora recuerdo que me contaste. El mujeriego incorregible. Se compuso?”
    
    - “No creo. Sigue soltero”.
    
    - “Yo también tengo algo bueno que contarte. Hoy un empresario poderoso vino a verme porque tiene un tema que lo preocupa. Y me dijo que fui recomendado por un colega. Lo notable es que me buscó en el gimnasio porque el asunto es urgente. Si logro fidelizarlo tengo asegurados unos buenos ingresos”.
    
    - “Cómo se llama?”
    
    - “Estanislao Pellegrini”.
    
    - “Uno de nuestros competidores. Tiene fama de peligroso y despiadado”.
    
    Desde la adolescencia practico, con regularidad, un arte marcial. Más que nada porque inculca una sobria elegancia de movimientos, el dominio de todo tu cuerpo ...
    ... y, lo menos importante para mí, destreza en el combate. Estaba en la práctica cuando un joven trajeado se acercó diciendo que su patrón deseaba hablar conmigo, y me rogaba que lo acompañara hasta el auto pues era algo reservado. Fui de puro curioso pues todo se salía de lo habitual. Quien me había hecho llamar era un señor mayor, de una presencia señorial y que, tras explicarme lo que deseaba, me contrató.
    
    Al cabo de una semana terminé la tarea encomendada por el señor Pellegrini. No era algo muy complejo pero sí poco común, por lo cual no abundaban los conocedores de ese terreno como para manejarse con solvencia. Cuando le indiqué mis honorarios me sorprendió al decirme que no pensaba pagar eso. Satisfecho al ver mi cara de sorpresa, continuó diciendo que me iba a pagar el doble, porque mi imaginación era insuficiente para aproximarse a lo él había ganado con mi trabajo. Concluyó la entrevista diciéndome:
    
    - “Doctor, si alguna vez puedo ayudarlo, no dude en llamarme”.
    
    La relación societaria de las cuatro mujeres, naturalmente devino al terreno social, al cual se incorporó el nuevo socio, aunque parcialmente, por su soltería. Y así se sucedieron reuniones en alguna casa o saliendo a cenar y tomar algo.
    
    Mi trato con Fidel podría calificarse como correcto manteniendo la distancia, cosa que él percibió de inmediato y, parece ser, se lo comentó a Sara, quien a su vez me preguntó si había algún problema.
    
    - “Todavía no, y espero que no lo haya. Puedo estar equivocado, ...
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