Corazón seguro con uno, y deseo desbordado con otro
Fecha: 03/04/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... río, pues los otros esposos, eran pescadores, sumándose también el socio soltero. Accedí pensando que podría darse el momento apropiado para iniciar la venganza.
El domingo los apasionados de la pesca partieron a media mañana al río, mientras, los cinco socios disfrutaban la pileta. Estimando que era buen momento para que se diera el desenlace, fui hasta donde ellos chapoteaban en el agua, para avisarle a Sara que me iba hasta el pueblo a buscar unas revistas, aprovechando para caminar un poco. Hice un trecho y entré en la confitería del camping, observando el sector de nuestras carpas.
Corta fue la espera, a los cinco minutos salieron del agua el amante llevando de la mano a mi mujer. Las risas y los gestos de las otras mujeres, unas levantando el pulgar en señal de apoyo y otras graficando el movimiento de la cópula, eran evidencia de que la próxima reunión íntima, no solo era conocida por todos sino que había acuerdo general.
Cuando la pareja entró a nuestra carpa salí caminando en la misma dirección y, al llegar al toldo frente a la entrada, desplegué una reposera. Pensaba esperar sentado el momento más apropiado para intervenir. Si bien era esperable el tenor del diálogo, no por eso dejaba de producir un dolor intenso diseminado por todo el cuerpo.
- "Sigue sin tocarte?”
- “Sí, desde la noche de la confitería que no lo hace. Me parece que algo se imagina”.
- “No zorrita, seguro que lo sabe. Lo que no me explico es por qué no reacciona”.
- “Es que ...
... me quiere y teme perderme”.
- “Entonces, además de cornudo, es un imbécil sin remedio. A una puta como vos no conviene tenerla de esposa”.
- “Realmente sos malo, pero no puedo estar sin tu pija, dámela por todos lados, rómpeme el culo que solo es tuyo”.
Lo que siguió fueron gemidos, gritos contenidos, exclamaciones de placer, pedidos urgiendo más y pequeños silencios.
Después de mirar unos mensajes entrantes, al levantar la vista, me doy con las tres amigas, a unos quince metros, caminando hacia las carpas. Al verme se detuvieron y una de ellas marcó el teléfono, llevándoselo al oído. Sin duda era llamando a la que en ese momento rugía mientras le taladraban el recto. Por mi posición, no escuchaba a quien llamaba, pero sí a quien respondía.
-“¿Queeé, que está dónde? madre santa, Fidel soltame que Joaquín está afuera”.
- “Mejor, sí aprende cómo se coge a un reputa”.
Era el momento. Bajé el cierre de entrada encontrándome a ambos desnudos e intentando colocarse las mallas. Él, encorvado metiendo un pie en la pernera de la bermuda, recibió la primera patada en el abdomen. Doblado en postura fetal y mirándome con incredulidad escuchó lo único que tenía para decirle.
- “Aunque parezca tarde, sí reacciono”.
Con los ojos asombrados recibió la patada en la mandíbula que dio fin al ataque. Avisé a emergencias que defendiendo a mi esposa di dos golpes al agresor, y que este se encontraba desmayado. Por supuesto que la posición de la cabeza, con la nuca casi ...