El padrastro de Alex (2) Lucas
Fecha: 04/06/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: ZLAZKO-KAI, Fuente: CuentoRelatos
... las medidas de su pollón.
Lucas tiene 26 años como Paolo, no era muy alto como de 1´72 centímetros, y la verdad es que estaba bastante bueno el tío. Su cuerpo estaba bronceado y totalmente depilado, era musculoso, con unos brazos fuertes, y unas piernas gruesas y potentes. Muy guapo y morboso de cara, con unos labios gordos, carnosos, provocadores, y una mirada embaucadora y chulesca. Tenía una pinta de macarra que me ponía muy cachondo, y me calentaba mucho la polla, sobre todo cuando iba a mi casa y se sentaba espatarrado en el sofá, con todo el paquetón marcado en el chandal. Estaba dotado de un delicioso culo respingón, con nalgas grandes y redondeadas, como si las tuviera esculpidas el cabrón. Y un paquete desmesurado y notable, que guardaba bajo la tela del bóxer (como pude catar después) una polla larga, grande, y gorda, de al menos 25 centímetros.
Cuando llegamos al piso Paolo sacó de su bolsillo una llave, abrió la puerta y entramos dentro. Por lo visto, mi padrastro me llevó a un apartamento que tenían alquilado los dos, para sus fiestecitas privadas y clandestinas... vamos, un picadero, donde los cabronazos llevaban a los chavales para follárselos. Por supuesto mi madre de ese piso no sabía nada, y para ella, cuando Paolo estaba allí follándose a alguien, es que estaba viendo fútbol en casa de su amigo.
Lucas nos esperaba en el salón, sentado en un sillón todo espatarrado y con un cubata en la mano. El tío estaba SEMI desnudo, a pecho descubierto... ¡Y ...
... que pecho Dios!... con un bóxer blanco tapando su culazo y dejando a la vista un exuberante, pletórico, y marcado paquetón entre sus piernas. Estuvimos largo rato bebiendo, fumando, y hablando de tíos, sobre todo de niñatos que se habían follado los dos. Mientras Lucas hablaba, no podía apartar la mirada de aquel enorme bulto bien marcado entre sus piernas, y el colega que no era tonto, se dio cuenta enseguida, por qué me miraba fijamente a los ojos y se relamía el labio inferior con la lengua.
Paolo se levantó para preparar unos cubatas de ron cola para los tres, y de camino echarle algún regalito dentro del vaso. El regalito era un par de éxtasis dentro del cubata para ponernos caliente a lo bestia, y excitarnos al límite. A Paolo le encantaba darle drogas a su colega, así lo calentaba a tope y le estimulaba el hambre insaciable de pollas que tenía siempre. Cuando Lucas se colocaba se excitaba muchísimo, y se descontrolaba como un salvaje, A mi padrastro eso le encantaba, porque drogándolo ejercía sobre él un control total, y todo lo que le pedía que hiciera, Lucas obedecía sin rechistar.
Al cabo de un rato hablando de folladas, de culos, de pollones, y de dos cubatas cada uno bien cargados, tres porros, y varios éxtasis, ya estábamos los tres bastante ciegos. Lucas seguía sentado totalmente espatarrado, mostrando indecentemente sus atributos, y bien marcados en un espléndido paquete que coronaba su entre pierna. El tío guarro, se bajó el calzoncillo con la mano y me ...