1. Mis mañanas perversas con él


    Fecha: 07/04/2022, Categorías: Hetero Autor: Rasalo, Fuente: CuentoRelatos

    ... quejo, camino junto a él, viendo los escaparates.
    
    Nos paramos frente a una tienda de deportes, de hípica, de las muchas que hay en esta ciudad, es increíble lo mucho que gustan los caballos.
    
    —Has visto esa fusta —me pregunta.
    
    —Si —respondo mientras miles de fantasías pueblan mi imaginación.
    
    —¿Te gusta?
    
    —Si…
    
    —¡Vamos a comprarla!
    
    El precio es insultantemente caro, es de un cuero especial, y está diseñada, bla, bla, bla…
    
    El dependiente sigue su explicación mientras él parece escucharle atentamente, pero en realidad está acariciando mis nalgas a través del vestido.
    
    Yo, por mi parte, mantengo las manos caídas, mientras siento sus caricias en mi dolorido culo y comienzo a sentir como se humedece mi sexo mientras mi imaginación corre desbocada y mi mirada no se separa de la fusta de "cuero especial".
    
    Con la fusta en una preciosa bolsa, ecológica de papel reciclado, estrecha y larga como la propia fusta, salimos a la calle y seguimos curioseando escaparates, su brazo pasa por mis hombros mientras yo me he ligado a su cintura, el aire primaveral recorre mis piernas, hincha ligeramente la falda, lo noto entre mis piernas, acariciando mi vello púbico, enfriando mis calores.
    
    —Tienes hambre —me pregunta.
    
    —La verdad es que un poco, por si no lo recuerdas solo te desayune a ti.
    
    —Jajaja —ríe por un momento— conozco un buen restaurante cerca de aquí, es comida alemana, ¿te apetece?
    
    —Por supuesto, ¿vamos andando?
    
    —Sí, está aquí mismo.
    
    El ...
    ... restaurante es una reproducción de un restaurante alemán de principio del siglo pasado, me refiero al XX, las mesa están situadas en unos semi reservados con un separador de poco más de 1,70 metros de alto, pero que permite dar esa intimidad a cada mesa que es tan agradable en muchos casos.
    
    Él esta hambriento y en honor a la verdad yo también, tras pedir varias ensaladas encarga un surtido de salchichas alemanas con col agria y puré de patata, todo acompañado de un buen vino blanco del Rhin.
    
    Sobre la mesa la comida parecía un bodegón de múltiples colores, las ensaladas, la fuente de salchichas parece que nos está llamando con sus olor y colores.
    
    Unas de las salchichas, blancas, gruesa, de cómo 15 cm de larga, humeante, al haber sido cocinadas al vapor, le llama la atención.
    
    Estamos conversando de los acontecimientos internacionales, los movimientos bursátiles, cuando, sin previo aviso, cambiando el tono de voz, a ese tono que me es tan conocido…
    
    —Coge una y métela en la boca, ya sabes cómo, como si fuera la mía…
    
    No pregunté a que se refería, había seguido su mirada en un par de ocasiones y tenía muy claro a qué se refería.
    
    Tomo una, la que vi he visto más gruesa y larga entre mis dedos, y lentamente la llevo a mi boca, primero introduzco la punta y poco a poco la voy introduciendo más y más, hasta casi chocar con mi garganta.
    
    Esta caliente, y me quema la lengua y los labios, pero continuo haciéndola entrar y salir de mi boca.
    
    Él, recostado en su silla, con ...
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