1. El pasajero oscuro (Parte II)


    Fecha: 09/04/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... se golpeaba la cabeza contra la pared con cada embestida. Su melena rubia volaba al ritmo. Sus tetas se balanceaban solo sujetas por mis manos. Aun así no protestaba, solo repetía de vez en cuando entre gemidos que no me corriese dentro.
    
    Era la única vez que iba a obedecerla en ese día. No me quedaba mucho, por lo que saqué la polla y le dije que se arrodillase.
    
    Obediente se dio la vuelta y se arrodilló, todavía con leggings y bragas por debajo de las rodillas. Como había sentido, tenía poco pelo en el coño, quizá solo de una semana. Sus tetas, un espectáculo. No eran perfectas, y me encantaban. Grandes, de pezones color carne algo rosados, excitados. No eran unas tetas jóvenes sujetas arriba, se notaba que Kim estaba en la recta final de los 30, pero se conservaban muy bien.
    
    Le acerqué la polla a la boca. Ella la miraba fijamente. Levantó la mirada un segundo, dirigiendo sus ojos azules a los míos, volvió a bajar la mirada, agarró mi polla con la mano y abriendo la boca se la metió dentro.
    
    Ni madre ni mujer casada ya, parecía haber olvidado eso por completo. Ya no tenía dudas de que Kim llevaba años viviendo una vida insulsa en una jaula de oro.
    
    Con una mano en la base de mi polla y la otra apoyada en mi muslo, Kim la engullía a gran velocidad. Yo puse ambas manos en sus hombros, a veces cambiaba una para agarrarme a su cabeza. Disfrutaba viendo sus tetas agitarse con el movimiento. Su pelo se movía con el vaivén y continuamente tenía que apartárselo de la ...
    ... cara con la mano. Mi polla estaba bastante lubricada ya por los flujos vaginales de Kim, y a esto había que añadir ahora la saliva que su boca estaba produciendo. Empezó a producirse un sonido como de chapoteo a medida que me iba dando una monumental mamada.
    
    Cansada de apartarse el pelo de la cara, mientras siguió chupándomela, cogió un elástico que llevaba en la muñeca y levantando los brazos, se recogió y estiró todo el pelo hacia atrás para hacerse una coleta a la altura de la coronilla. Estos 5 segundos que tardó fueron mágicos. Sus brazos estirados hacia arriba haciéndose una coleta, sus tetas tirantes ahora también por los brazos estirados, el pelo hacia atrás dejando toda su cara a la vista, los dos bonitos azules concentrados en mi polla, y todo esto mientras seguía dándome una mamada memorable sin soltar mi polla de su boca. De repente Kim ya no era una mujer increíblemente atractiva, era la mujer más guapa con la que había estado. Me arrepentí de haberla hecho caso, ahora desearía estar follándomela y correrme dentro. Era ya tarde para eso.
    
    El pasajero oscuro había cumplido su misión. Me encontraba eufórico. Me incliné ligeramente y bajando las manos, agarré sus tetas otra vez con fuerza. Quería gritar. Quería liberarme de mis cadenas. Quería restregar a todos por la cara lo que estaba pasando.
    
    -¡Jódete Ana! ¡Jódete Kim! ¡Jódete Hans! ¡Jodeos todos! –grité con fuerza
    
    Kim estaba concentrada en mi polla, ni paró. Acababa de humillarla a ella y su marido, y no ...