1. El pasajero oscuro (Parte II)


    Fecha: 09/04/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... a Ana, ella delgada de cara delicada, pechos algo pequeños, piernas largas y delgadas.
    
    Kim además estaba en una edad muy bonita. Tenía los suficientes años como para intuir madurez en su rostro y figura, pero sin haber llegado todavía al momento de decadencia de la belleza. Tuvo además su hija joven y su cuerpo no sufrió. El clima mediterráneo bronceador le daba un punto de belleza añadido a su rostro germánico. Se les veía una familia feliz, estable, asentada, que disfrutaba de la tranquilidad que la vida da en ese lugar. Les tuve envidia desde el principio. Eran la imagen de lo que yo se supone que debía ser, de lo que mi familia esperaba que yo fuese, y que mi yo interior me estaba negando.
    
    Quizá por ello me volqué en mi relación con Ana. Se pasaba la mitad del tiempo en mi casa, a los 6 meses de haber llegado allí se podía decir que se había mudado conmigo. Como muchas mujeres rondando los 30, Ana estaba deseando formar una familia pronto, y se le notaba. Alguna vez incluso durante los primeros meses, sacó ligeramente el tema. Yo sonreía, le di esperanzas. Pero por dentro me preguntaba si esto era de verdad lo que yo quería, o más bien lo que se supone que debía hacer.
    
    El instinto maternal que se había despertado en Ana se plasmó en una relación muy estrecha con la hija de los vecinos. Venía cada fin de semana a nuestra casa a cocinar con Ana, o a ver una película. Se caían bien las dos.
    
    Algo dentro de mí se empezó a preocupar. Las veía juntas y me daba ...
    ... la sensación de que en un periodo de 6 meses había de repente formado una familia. En un año había pasado de corromper chicas desconocidas a compartir casa felizmente con “mujer e hija”. Mi voz interior me preguntaba cada vez más insistentemente qué coño estaba haciendo. Y poco a poco empecé a cambiar mi comportamiento.
    
    Durante los siguientes meses empecé a comportarme de forma más seca con Ana. Mis ojos volvieron a abrirse al exterior. Y vieron a Kim.
    
    Kim solía venir a recoger a su hija a nuestra casa. Obviamente mis ojos se habían fijado antes en ella, pero hasta ese momento mi mente no. Y a veces solo hace falta un pequeño empujón.
    
    La hija de Kim había pasado toda la tarde del sábado en la cocina con Ana, cocinando dulces. Medio tumbado en el sofá mientras veía una serie, vi por la ventana cuando Kim llegó para recogerla. Llevaba unos vaqueros gris oscuro algo ajustados y una camiseta blanca de manga corta. Ana abrió la puerta, Kim me saludó casualmente y se quedó hablando un rato con Ana. La camiseta no era de escote pero se le amoldaba muy bien al cuerpo, y le lucían unas tetas de escándalo. Mientras fingía que seguía viendo la serie, la miraba de reojo, no podía distraer mi mente de sus tetas, mientras ella seguía hablando animadamente con Ana. Mi polla no tardó en darse cuenta y como si tuviese vida propia empezó a empalmarse. Tuve que cambiar de posición para ocultar mi erección. De vez en cuando se reían mientras hablaban haciendo que sus tetas botaran ...
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