1. El pasajero oscuro (Parte II)


    Fecha: 09/04/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... la intenté disuadir de esa idea. La mentí diciendo que si no tenía tiempo no importaba, en veinte minutos llegaba Ana y podía entrenar con ella.
    
    Esto la reconfortó. Si Ana llegaba en tan poco tiempo, no había posibilidad de que mis intenciones fuesen malignas. Y además ahora ella era dueña de la decisión, o eso creía.
    
    -No, no. Vamos. Me viene bien también a mí practicar, y no te vas a quedar frío esperando a que llegue Ana –dijo con una sonrisa y una tranquilidad renovada en su voz y cara.
    
    Entramos en mi casa, cogí dos pares de guantes y salimos al jardín trasero. Estaba vallado, por lo que no nos podía ver nadie. Empezamos practicando, yo golpeaba y ella paraba, e íbamos rotando. Le metí caña a los ejercicios, iba con intensidad. Durante la vuelta corriendo íbamos de lado, pero ahora tenía a Kim de frente. Respirando fuertemente por la intensidad de los ejercicios, sudando. Su atractiva cara a escasos 50 cm.
    
    Ataqué. En su turno de golpear le dije que estaba colocando mal las manos y cuerpo. Traté de explicarla cómo desde mi posición. Aunque lo estuviese haciendo medianamente bien, le dije que tenía que colocar el cuerpo de forma diferente.
    
    -¿Pero cómo? –me dijo ya algo desesperada.
    
    Le dije que se quitase los guantes, y sin preguntarla me acerqué a ella y me coloqué detrás, puse mi mano sobre su muslo a mitad de camino entre rodilla y cadera, colocando mis dedos extendidos en la cara interior de su pierna. Se quedó paralizada, callada. Tiré de su pierna ...
    ... ligeramente hacia atrás con la mano. Me incorporé y agarré su brazo para levantarlo y extenderlo hacia adelante. Me acerqué y puse mi pecho en su espalda, mi cara cerca de su hombro y eché mis piernas hacia adelante para rozar las suyas, mientras la explicaba suavemente cómo debía lanzar el brazo hacia adelante y movía su cuerpo con el mío ejecutando el giro.
    
    Notaba su respiración agitada, su cuerpo empezó a temblar, pero no dijo nada. Kim no emitió ningún sonido.
    
    No era momento de dudar. Acerqué mi cara a la suya y la susurré al oído si lo había entendido, para inmediatamente después empezar a besarla en el cuello mientras subía mi mano por su sudado brazo acariciándolo suavemente. En este momento pegué mi cuerpo aún más al suyo y arrimé mi polla contra su culo. Kim finalmente reaccionó al sentirla, se derritió y emitió un suspiro enorme. Temblaba como un trozo de gelatina, emitía un suspiro cada vez que respiraba, pero no decía nada. Se había quedado en shock. Seguí besándola el cuello y la oreja, empecé a restregar mi polla por su culo. Y pasé a hacer algo que llevaba deseando meses, algo con lo que había fantaseado incontables veces. La rodeé primero con los brazos poniendo las dos manos en su cintura, las subí lentamente tocando su vientre metiéndolas por debajo de la camiseta, hasta que me topé con la parte inferior de su top deportivo. Y las subí, hasta tocar sus tetas por encima del top. Las apreté mientras empujé mi polla aún más contra su culo y la besaba el ...
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