En el sur (Parte III)
Fecha: 09/04/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Aries, Fuente: CuentoRelatos
... endurecer sus pezones firmemente.
Me extendí en sus grandes areolas dando pequeñas succiones que a veces incluían sus pezones y esto, la excitaba aún más. Entre la humedad de la ducha y la que emanaban nuestros cuerpos, aquello se estaba convirtiendo en un volcán a punto de estallar. Después de comerme sus senos, la giré y la puse contra el cristal de la mampara. Su excitación iba en aumento. Besé su cuello a ambos lados, le susurré lascivia a sus oídos. Sus pechos pegados contra el cristal dejaban su silueta perfecta, impresa en la mampara. No dejé ni un solo centímetro de su espalda sin besar, mientras mi mano derecha la deslicé para acariciar su vagina empapada e introducirle mi dedo que entró con facilidad absoluta. Mi otra mano, agarraba su cintura, la cual, arquee hacia fuera.
Me puse de rodillas frente a su culito, saqué mi dedo de su vagina. Laura cada vez jadeaba más. Mis manos agarraron sus cachetes abriéndolos para mostrarme sus tesoros que tenía frente a mi. Pasé mi lengua por su culo, lamiéndolo como un cachorro. Laura no paraba de gemir.
La extensión de mis lamidas se ampliaron hasta su coño y en ese momento, se abrió de piernas, facilitándome el cunnilingus. Me centre en succionar sus labios empapados a la vez que introducía mi lengua en su vagina. Comenzó a moverse despacio circularmente, frotándome su rajita por toda mi cara. Mientras seguía succionando, mi mano la posicione sobre su vulva y empecé a acariciarle su clítoris a la vez que no paraba de ...
... chupar con mi boca. No tardó mucho en correrse, sus piernas y cuerpo temblaron de placer.
Me reincorpore subiendo lentamente a la vez que besaba delicadamente su espalda que hacia que se estremeciera y no parase de jadear. Una vez que estuve de pie, la agarré de la cintura para acercarla a mi pene que puse en la rajita de su culo frotándoselo, me acerqué a su oído para susurrarle que mi fantasía seria hacer un trío con ella y con Julia. Me arriesgué a perderlo todo o alcanzarlo con esa frase sentenciadora. Esa petición por el contrario, la excitó aún más y su reacción fue coger mi polla y posicionarla en la entrada de su coño que estaba bastante empapado, a la vez que me preguntaba sugerentemente, si me gustaría follarlas a las dos. Nada más concluir su pregunta, mi pene ya estaba dentro de una estocada a modo de respuesta.
Mientras iba penetrando y sacando suavemente, Laura me preguntaba que me gustaría hacerles cuando estuvieran desnudas y frotando sus coños húmedos. Dichas cuestiones hacían que la excitación de ambos fuera in crescendo. Yo no respondía, tan solo me centraba en aumentar mis embestidas que hacían que los senos de Laura se adosaran al cristal de la mampara, golpeándola a cada movimiento. El deseo estaba concentrado en ese pequeño espacio de ducha y no paraba de crecer a medida que se iba haciendo más intensa la follada. Los sonidos se amplificaban con la reverberación del baño; gemidos, golpes de cadera de las embestidas, dedos friccionando el cristal ...