La fiesta de Navidad
Fecha: 17/04/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
El año pasado llegó a mi trabajo una nueva compañera. Como era más o menos de nuestra edad la incluimos en un grupo que teníamos en el trabajo con el que de vez en cuando salíamos a tomar unas cervezas después de currar, o ir al cine, salir de fiesta, etc. Lo típico que hace la gente joven con trabajo y sin compromisos.
La nueva compañera encajó muy bien en el grupo y pronto empecé a hacer muy buenas migas con ella. Era una chica de esas con las ideas muy claras, feminista, de izquierdas, opiniones muy tajantes y contundentes con la que me gustaba mucho charlar porque coincidía en muchos puntos de vista con ella. Cuando quedábamos el grupo me gustaba hablar con ella con el plus de una buena cerveza de por medio.
Probablemente estéis pensando que mi interés por ella estaba motivado porque era además un pivonazo. Pues nada más lejos de la realidad, no se le podría considerar una chica guapa, de hecho era más bien feilla, aunque eso sí tenía unos ojos claros muy bonitos. Tampoco es que tuviera un cuerpo espectacular sus tetas eran bastante pequeñas, pero tenía un culo bastante redondito y apetecible que alguna vez me había encontrado mirando sin darme cuenta ni entender muy bien el por qué.
El caso es que cuando salíamos me encontraba muy a gusto hablando con ella, era una de esas chicas un poco contrarias a lo que marca la sociedad, con ideas propias y claras de esas chicas autosuficientes sin novio ni interés por tenerlo. Yo contaba con ella ya como una de mis mejores ...
... amigas en el grupo, sin ningún interés sexual en ella ya que había empezado a medio tontear con una chicha por una de esas apps de ligar. Hasta que llegó la comida de Navidad.
Mi empresa organizó un almuerzo y claro lo típico comiendo y bebiendo vino y después las copas mientras el DJ contratado ponía música típica de boda que todo el mundo odia pero al final todo el mundo baila. Bueno, casi todo el mundo porque ella no bailaba, a nadie del grupo le extrañaba porque nunca había sido de bailar así que de vez en cuando nos acercábamos a hablar con ella y después volvíamos a bailar. El caso es que llegado un momento el restaurante donde estábamos cerró pero claro nosotros teníamos ganas de más fiesta, por lo que pillamos unos taxis, y nos fuimos a una discoteca.
Allí continuamos bebiendo, bailando y charlando. El caso es que claro con la música alta para hablar había que acercarse mucho a la oreja del receptor para que pudiera escucharte. Yo bailaba y charlaba con todo el mundo hasta que una de las veces me acerqué a mi compañera para decirle alguna tontería, nos reímos y seguimos hablando pero en una de esas, no sé si sería el alcohol, ella se acercó y me tocó el brazo de una forma que me pareció muy erótica y acercó su cadera a mi entrepierna rozándome la polla que había empezado a despertar en mis pantalones.
Al principio no le di mayor importancia, pensé que era el alcohol que habíamos bebido los dos pero lo cierto era que se había creado una tensión sexual un poco ...