Una decisión difícil
Fecha: 19/04/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos
... en su espalda y se dejó hacer por el español que decía desearla tanto. Sofía estaba tan caliente que no tardó en correrse, arrastrando a Mark a su orgasmo con enérgicas convulsiones de su vagina, con lo que ambos aunaron sus gemidos en aquel intenso orgasmo.
Sofía se quedó tendida en el sofá, completamente extenuada, sin embargo, Mark fue a una mesa, cogió un canutillo y esnifó otra raya para seguir disfrutando de la fiesta, sobre todo de Sofía, a quien se le aproximó, polla en ristre, sin haber perdido su erección, gracias al subidón provocado por la coca y al deseo de volver a poseerla. Sofía estaba recostada en el sofá y su amante volvió a ponérsela en la boca.
—¿Es que no te cansas nunca? —le preguntó.
—Tienes un cuerpo divino. Quiero metértela en el culo.
—¡Déjame descansar un poco! —le pidió.
—No me hagas esperar o me iré con otra —le advirtió mostrándole su erección mientras se la cogía.
El español se ensalivó el miembro y se lo frotó, después la hizo ponerse a cuatro patas en el sofá, lubricándole el ano con su saliva, y cuando lo consideró oportuno, introdujo su miembro en el hoyo. Al tenerlo todo dentro emprendió un ritmo constante que conseguía arrancarle unos gemidos a Sofía que se unían a los de él a un mismo compás. Sofía dejó de gritar cuando se dio cuenta de que todos habían culminado la sesión de sexo de la noche, al menos de momento, y se ruborizó, a pesar del alcohol y de la coca que había consumido. Todos los presentes estaban pendientes ...
... de ellos que seguían fornicando como dos campeones, motivados, por supuesto, por el exceso de estupefacientes en el cuerpo. Sin embargo, al español parecía no importarle ser el centro de atención de todas las miradas -incluida la de su esposa- y seguía pistoneando en el culo de Sofía.
Hubo un valiente que volvió a esnifar coca por enésima vez esa noche para estimularse, y después de contemplar como copulaban los dos campeones y de unos cuantos meneos, volvió a tener una erección. Quería disfrutar también de la desconocida a la que todavía tampoco había tenido la oportunidad de acceder, y parecía ser que era a la que más le iba la marcha y la que más aguante tenía, de ahí, que fuese la última en mantenerse en pie. Le colocó el miembro en la boca para que le hiciera una mamada mientras su colega la enculaba. Después se recostó en el sofá sugiriéndole que se colocara encima del revés y Sofía accedió, se sacó el miembro de Mark, se montó encima del americano, dándole la espalda, y sobre ella volvió a colocarse Mark para atenderle ahora el orificio más grande, de tal manera que volvía a estar empalada por dos vergas. Cuando iniciaron de nuevo el mete y saca, ya no le importó que la oyeran gritar y tampoco pudo evitarlo porque aquellos dos hombres la estaban haciendo gozar de forma desmesurada. Se formó un ruedo de curiosos -tanto masculinos, como femeninos- en torno a ellos, entre los que estaban el dueño del yate y su preciosa mujer, quien no quería ser menos que su reciente ...