Una decisión difícil
Fecha: 19/04/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos
... Buscó su manchado vestido, pero con lo embotada que tenía la cabeza por la bebida y la coca, no conseguía encontrarlo, hasta que lo divisó unos metros más allá de donde recordaba habérselo quitado. Quizás con el trasiego alguien le había dado una patada y había cambiado de lugar. Se agachó para cogerlo y, al levantar la cabeza se encontró un regio miembro amenazante en su cara y tuvo curiosidad por saber quién era su dueño. El propietario del yate le sonrió y acercó un poco más su gran verga y, después de bizquear, sus labios la envolvieron iniciando una mamada digna de la mejor profesional. Aquel excéntrico millonario de sesenta y pocos años tenía claro que Sofía era una de las mujeres más atractivas de las allí presentes y no quería perder la oportunidad de disfrutar de sus encantos.
Sofía incrementó el ritmo de la felación, pero James se la sacaba de vez en cuando de la boca para retrasar el final y, a la vez, le atizaba en la cara, como si pretendiera demostrarle quien mandaba allí. Mientras Sofía seguía arrodillada, James restregó el miembro por algunas rayas de coca para después volverla a introducir en su boca intentando que se atragantara con su polla. Sofía volvió a excitarse nuevamente y el magnate cogió un canutillo de la mesa y se lo ofreció a Sofía.
—¡Toma! ¡Esnifa un poco! —le ordenó.
Ella se levantó, se apoyó sobre la mesa y esnifó otra raya, notando un nuevo subidón. James la cogió de las caderas, le levanto una pierna y se la apoyó encima de la ...
... mesa, sujetó su herramienta y se la introdujo en la babosa raja, y una ola de placer golpeó su sexo. James le daba azotes en las nalgas. Con ellos, y con la presión de su dedo en el punto estratégico llegó a un nuevo orgasmo, sintiendo que las piernas se le aflojaban. Sin embargo, al magnate aún le quedaban cartuchos en la recamara y se la sacó de la raja para alojarla en el culo. Se la puso en la entrada, presionó ligeramente, y el ano la acogió de nuevo, no sin manifestar un lamento de dolor, acompañado de otro más intenso cuando avanzó unos centímetros más hacia su interior, para acabar con un grito más contundente al albergar toda la verga en la tercera y última embestida. Después, el magnate empezó a fornicarla con brío, aferrándose a sus caderas y haciéndola gozar como el mejor de sus amantes, pues contrariamente a lo que pudiera pensarse, aquel hombre que entre sus propósitos vacacionales estaba el de organizar aquellas bacanales en su yate, sabía muy bien cómo usar su herramienta. Sin abandonar la posición, ni salir de aquel hoyo, James la condujo hasta un sofá en el que estaba Anabelle recostada, con las piernas abiertas y saboreando la verga de un invitado que permanecía de pie.
Su marido seguía enculando a Sofía y, con cada empujón la acercaba un poco más hasta donde estaba su esposa, con lo cual, Sofía tenía un primerísimo plano de su sexo a veinte centímetros de su cara y, mientras Sofía recibía aquella ración de pollazos en el culo, Anabelle le cogió la cabeza y ...