El patio de mi casa
Fecha: 20/04/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos
... cristal le dediqué la mejor sonrisa que pude, seguro que fue malísima. Lo que pasó fue que ver a mi vecino allí me dio que pensar.
No era nada raro que colgara la ropa, le había visto muchas veces haciéndolo, lo que pasa es que mi mente con una seria resaca piensa demasiado y claro, le di vueltas. Me imaginé a Fermín robándome una braga para olerla como un degenerado a la espalda de su esposa. Me reí sin poder parar, menos mal que el hombre no lo podía escuchar.
Era imposible, era una persona de lo más amable, un buen padre de sus dos hijos y alguna que otra vez me había ayudado con cosas de la casa. Podría haber sacado típico piropo estúpido para quedar en buen lugar, pero nunca lo hizo, siempre correcto, no lo veía como un roba-bragas.
Llamé a mi amiga Carolina para que viniera un rato a hacerme compañía, y si surgía, hablaría de ella sobre mi suposición de un roba-bragas secreto. No era muy en serio, no lo veía un problema grave, pero nos reiríamos mucho, mi amiga siempre dice chorradas y si tenía un poco de alcohol del día anterior mejor.
—Sandra, mi vida, ponme un café y un vasito de agua, estoy muerta. —me dijo al entrar por la puerta con unas ojeras curiosas.
—Vete a la cocina que lo tengo listo.
—Última vez que me invitas a un chupito, ya no tenemos edad.
—¡Si me invitaste tú, cacho perra!
—¿Ah, sí?
Las dos nos reímos sin parar mientras recorríamos el pasillo, sentándonos en la mesa mientras le contaba alguna cosas de la noche que no ...
... recordada. El chupito había borrado una buena parte de la fiesta.
Seguimos durante la tarde hablando sin movernos de la cocina. Creo que nos llevamos tan bien, porque somos iguales y si seguimos así… acabaremos solteras, en el mismo piso y rodeadas de gatos. No es mal plan.
—¡¿Y ese chaval?!
Giré mi cabeza sin hacer caso a su sorprendido rostro, era Rober, el mayor de los hijos de Olivia que salía al patio a descolgar la ropa con un rostro similar al nuestro. Carolina nunca había visto a nadie en mi patio, era normal, no hablábamos mucho de eso, aunque si sabía que lo compartía. Fue una décima de segundo, pero se sobresaltó.
—Es Rober, el hijo de mis vecinos.
—Joder, lo he visto ahí y parecía que se había colado. —dando un sorbo al agua se rio de una forma que conocía— ¿Aunque tampoco te importaría, eh?
Dándome un golpe en la mano se rio tan fuerte que creo que Rober lo llegó a escuchar. Aunque no me importaba la verdad, era un chico tímido con el que había cruzado dos o tres palabras todos estos años. Muchas de ellas eran preguntándole que si estaban sus padres o que iba a hacer buen día al subir por la escalera… lo que se dice una relación fluida.
—No digas bobadas, que le saco casi veinte años… —que vieja me sentía.
—Ya ves… hace poco en el gimnasio, me ligué a un yogurín, ¿te lo dije?
—¡Pues claro que no! ¿Cómo no me cuentas eso?
Ella se rio y yo la lancé una servilleta que convertí en una bola. La verdad que últimamente con mi abstinencia sexual ...