1. Pastillas squirt


    Fecha: 05/06/2018, Categorías: Incesto Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos

    ... filas, los resultados de mis análisis clínicos reflejaban algunos problemas y deficiencias, gracias a dios nada grave.
    
    Para tratar aquellas anomalías y otros padecimientos propios de la edad, el doctor me recetaba una larga lista de medicamentos, entre ellos un tratamiento de pastillas que darían razón y motivo a este escrito.
    
    Mi primera vez
    
    Bien decidida estaba por comenzar una nueva vida aquel día. Desde que frecuentaba a mi psicólogo me sentía mucho mejor, y ahora que sabía qué males me aquejaban en el cuerpo, tanto física como mentalmente, me sentía increíble. Ya tenía una vida más saludable en mi alimentación y hasta hacía ejercicio, había bajado algunas tallas y ya recuperaba mi vieja figura, pues me había descuidado un poco. Nunca estuve realmente obesa ni obsesionada con mi cuerpo, pero ya estaba un poco pasadita y cierto era que algunos de mis trajes favoritos ya no me quedaban.
    
    Justamente ese día me sentía especialmente decidida a ponerme uno de mis viejos vestidos que días antes me había probado y calzado a la perfección. Sabía que tratando mis males todo se arreglaría, por ello me tomé mi primera serie de pastillas de mi tratamiento y me dispuse a ducharme para salir al trabajo.
    
    Hasta ese momento todo iba perfecto, pero saliendo del baño me llegó la primera señal de que algo andaba diferente. Justo me ponía crema en las piernas cuando un escalofrío me recorrió por todo el cuerpo. Fue muy extraño, no sabía exactamente que me sucedía, era como si ...
    ... quisiera relajarme y tumbarme en mi cama con una buena película romántica y té caliente. Supuse que debían ser las pastillas así que no le presté atención.
    
    Ya terminando de humectar mi piel me dispuse a vestirme, tomé aquel vestido que me traía como loca y me lo puse. Generalmente aquel vestido lo usaría con unas mallas gruesas debajo, pues es muy corto y a mi edad ya no me vería bien. Pensaba.
    
    Pero ese día era diferente, era un nuevo inicio, y al mirarme en el espejo con ese pequeño vestido entallado color beige y las piernas desnudas, no estaba tan mal. Aún tenía un buen trasero, firme y bien parado, y unas buenas tetas que ahora con el abdomen plano y reducida cintura, lucían perfectamente su curvatura natural.
    
    Estaba decidida, llevaría aquel vestido como me placiera sin importarme nada. Esa decisión en mi cambio de actitud me había empoderado, y no solo cambiaría por dentro sino por fuera. Así que me quite por un momento el ajustado vestido y me sumergí en mi cajón de ropa interior para sacar el conjunto más sexy y sensual de mi repertorio.
    
    Tomé un sostén y unas pantaletas tipo tanga color nude de encajes transparentes y lo acompañe con unas pantimedias del mismo tono, me las puse y encima el vestido. Estaba encantada, me amaba a mí misma, me sentía increíble. Así que me puse un par de zapatos altos y salí muy contenta y coqueta al trabajo.
    
    Pero algo andaba mal. En el camino comencé a sentirme enferma, estaba un poco mareada, pero al mismo tiempo me sentía ...
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