1. Pastillas squirt


    Fecha: 05/06/2018, Categorías: Incesto Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos

    ... genial, todas aquellas miradas de los hombres que se pegan a mi cuerpo como sanguijuelas me hacía sentir un poco incomoda sí, pero también sentía que podía elegir a cualquier hombre, me sentía poderosa, que tenía a todos los hombres a mis pies.
    
    Pero una vez sentada en el transporte a punto de llegar al trabajo todo empeoro. Una fuerte oleada de calor me recorrió todo el cuerpo haciéndome sudar, especialmente en mi entrepierna que sentía húmeda como nunca. Sentía que me estaba dando fiebre, incluso comencé a temblar un poco.
    
    Sabía que eran los efectos secundarios de las pastillas, me preocupé un poco, pero por otro lado me sentía tan bien, tan alegre, tan mujer que decidí no llamar al médico.
    
    Ya en el trabajo me tranquilicé un poco. Con los compañeros, el jefe y el trabajo se me perdió un poco la noción del tiempo. Todos me adulaban por mi atrevimiento de llevar aquel atuendo ese día, me decían que me veía hermosa, muy guapa, sexy, y eso me hacía sentir aún más increíble. No me sentía como una cualquiera o una desesperada, porque en realidad no le estaba coqueteando a nadie en específico, era solo a mí y para mí que me había vestido así ese día.
    
    Por fin llegaba a mi escritorio, ya saben, la clásica estructura de oficinas en cubículos con el clásico diseño en el que no puedes ver a nadie pero si escuchar a todos, se supone que para que el trabajador se concentre en su computadora.
    
    Precisamente en eso estaba, haciendo números, reportes y eso, pero entonces de ...
    ... nuevo me puse muy mal. Me llegó un mareo horrible y con él unas nauseas de lo más feas, estaba sudando y temblando, fue por fin cuando me preocupe. Sentía que me desmallaría, así que tomé aire con un profundo suspiro e intenté relajarme, me masajee las piernas intentando que dejaran de temblar por lo menos lo suficiente como para poderme levantar, pero en ese momento algo me pasó.
    
    Mientras me masajeaba las piernas una ola nueva de calor me erizaba cada folículo de mi piel abochornándome por completo, pero esta vez era diferente, pues me relajo un poco. Entonces continúe sobándome las pantorrillas por encima de mis pantimedias hasta mis piernas que se escondían por debajo del vestido eludiendo mis carisias. Fue justo en ese momento cuando sentí unas ganas insoportables de hacer pipi.
    
    Asustada por pensar que no llegaba, me puse de pie y corrí al baño. Aquel brusco movimiento había provocado que me mareara de nuevo, apenas pude llegar al mingitorio y sentarme para no colapsar.
    
    Estaba terrible, mareada con nauseas, dolor de cabeza, y espasmos en todo el cuerpo. Ya estaba realmente asustada, pero extrañamente excitada. Por alguna razón que aún no comprendía me sentía caliente, creí que debía ser por la fiebre que tenía, pero había algo más.
    
    Sabía que debía acudir con un doctor, pero antes debía pasar al baño y bueno ya estaba ahí. Entonces me puse de pie, levante la tapa de la taza y me bajé las bragas. Fue ahí cuando me di cuenta de cuan mojada estaba, llegue a creer que ...