1. Pastillas squirt


    Fecha: 05/06/2018, Categorías: Incesto Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos

    ... me había ganado un poco la pipi, y quizá así fue, pero seguro estaba mojada por mi excitación.
    
    Entonces me senté y pujé un poco para terminar de orinar, pero no pude. Fue cuando se me ocurrió, o quizá lo hice sin pensar, pero me toqué un poco mi húmeda vagina y todo se desplomó. Un mareo tremendo me nubló la vista acompañado de un terrible espasmo en mi espalda baja, cintura, vagina y piernas.
    
    No sabía que me pasaba, pero sin duda estaba excitada como nunca, así que continué tocándome, y todo mi cuerpo retumbaba agradeciéndome cada caricia, mi vagina se humedecía aún más, mis piernas temblaban velozmente y un orgasmo inminente se avecinaba y entonces pare.
    
    No podía creer lo que estaba haciendo. Pensaba: – ¿en serio voy a masturbarme? No creía que lo hiciera después de tanto tiempo, y menos en el trabajo. Yo siendo una mujer recatada, de valores, tímida, obsesionada con lo correcto, siempre respetuosa del espacio ajeno. Pero cierto era también que no recordaba cuando había sido la última vez que me había tocado de esa forma, que me había querido a mí misma. Y ese día era especial. Me sentía diferente.
    
    Así que me subí el vestido, me quité las pantaletas y me abrí de piernas lo más que pude. Entonces continué tocándome. Todo fue muy rápido, ya estaba muy excitada, literalmente estaba al borde del orgasmo, así que sobé mi clítoris que estaba erecto como nunca y sentí el clásico espasmo que abre paso al orgasmo, pero en ese momento algo me detuvo, y es que me dieron ...
    ... una ganas terribles de orinar, así que pare de nuevo, me senté a postura correcta y puje para terminar rápidamente y reanudar mis tocamientos. Pero nada salía.
    
    Ya con la calentura a tope, me volví a inclinar y sin perder tiempo reanude el trabajo de mi mano derecha en mi mojada vagina, y de nuevo sentí que me hacía pipi ahí mismo. Entonces, llena de enfado y frustrada, me puse de pie, me abrí de piernas para que la taza pudiese entrar debajo de mí y puje, pero nada.
    
    Decidida me lleve la mano de nuevo en mi clítoris y lo estruje fuertemente, sentí de nuevo que me orinaba, pero no me detuve, puje un poco, y me llevé al cielo, aquellas acciones en conjunto se sentían increíble.
    
    Entonces lo hice, me masaje el clítoris fuertemente y puje, pero como no era suficiente, con la otra mano me metí dos dedos lo más profundo que pude para hacerme venir. Fue ahí cuando pujando, majeándome fuertemente mi clítoris y metiéndome los dos dedos medios al fin pude sentir ese glorioso orgasmo acompañado de un espasmo horrible y esa sensación de querer orinar.
    
    Pero no me detuve, al contrario, aumente la fuerza, velocidad y el ritmo. Sentía como mi vagina se dilataba al máximo y se mojaba más y más mientras escuchaba como el fluido que empapaba mi coño salpicaba por todos lados a causa del movimiento de mis dedos de mi mano izquierda que entraban y salían velozmente, y de mi mano derecha que estimulaban mi clítoris con gran brusquedad.
    
    Aquella serie de acciones y movimientos producían ...