1. Pendeja perversa


    Fecha: 05/06/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... amantes, de esos que sientes que se te va la vida, me comía la boca sin dejarme respirar.
    
    Nos separamos, agitados, ella con sus hormonas revolucionadas, yo con el sexo excitado como nunca. Posó su mano en él y se asombró de lo rápido que reaccioné.
    
    - Papi, que bien, cómo te pusiste.
    
    - Nena, yo no soy de madera.
    
    - Sí, y yo te puse al palo, no?
    
    Por suerte nadie nos vio, hasta ese momento conservaba un poco de sentido común, los frenos éticos activos. Con tal de poder irme y zafar de esta situación comprometida aceptaba todas sus propuestas, primaba poner distancia física, accedí a la promesa de buscarla al día siguiente por la tarde en donde me indicaba, bien sabemos que las promesas bajo amenaza no son tales…
    
    Dudé en ir a buscarla, pero tenía miedo que esta pendeja viniera a casa, como amenazó si no fuera a la cita. Pasé por ella, subió y rajamos del lugar, buscando un sitio alejado, menos transitado. Me pegó una apretada y una franela de no creer.
    
    - Qué bueno papi, otra vez estás al palo.
    
    Sin tiempo para nada, la turrita es práctica y decidida, liberó al rígido prisionero de la bragueta y comenzó a acariciarlo.
    
    - Qué gorda y dura papi! Me gusta!
    
    Fue lo último que le escuché, sin más preámbulos la metía en la boca. La situación era tórrida, no paraba de mirar para todos lados, delirante de calentura y sumamente inquieto de que pudieran vernos mientras ella hacía su faena como si estuviera en medio del Sahara. La adrenalina por el peligro era un ...
    ... nuevo ingrediente pero sumamente excitante en la colosal mamada con esta preciosura.
    
    Mamó como nunca me mamaron, con calidad y variedad de movimientos bucales increíbles. La acabada llegó urgente, podría decir que la acabada fue larga y el caudal debió superar todos mi record, seguramente la situación extrema motiva y condicionan para que sea de ese modo. Necesitó tragar en dos movimientos, luego siguió chupando, hasta que se aseguró que no me quedaba más leche calentita. Retiró el choto de la boca, se relamió lo que queda, se había tragado todo, hasta esa última lamida para retirar la postrera lágrima que emerge del cíclope vencido por la decisión de esta deliciosa pendeja.
    
    Sabía hacer todo y bien, para no mancharme el pantalón con saliva o restos de semen, había tomado la precaución de poner un pañuelo, rodeando la verga a modo de babero, era una consumada experta en “oratoria”.
    
    - Tócame acá!.
    
    Llevó mi mano a su entrepierna, metiendo un par de dedos comprobé lo mojada que la tenía.
    
    - Muévelos, por favor, mueve…
    
    Se abrazó a mí, frotándose, gemía, estaba transitando un profuso y ardiente orgasmo con mi mano en su chochita. No fue muy largo pero sí de gran intensidad, agitada pero algo más serena serenarse, bajó la tanga y recogió todo el flujo en el mismo pañuelo que me sirvió de babero, dobló y guardó como trofeo.
    
    - Por ahora me basta, pero también quedaste con sabor a poco no? –indefenso, asentí con un gesto.
    
    Por hoy fue bastante, pero quedamos con ...