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Segundas partes son buenas
Fecha: 22/04/2022, Categorías: Hetero Autor: Geronimo68, Fuente: CuentoRelatos
... abrazarme. -Me gustaría coger, dijo sin más y sin rodeos. -Estás segura?… no me gustaría abusar de la situación y tampoco fallarle a tu esposo en la confianza… -Mi esposo sabe, supongo, lo que podía ocurrir al dejarme a su cuidado. El mismo recurrió a usted aquella vez. No es que me aproveche de eso, solo que le quito a usted la responsabilidad. Me gustó ese otro encuentro y deseo repetirlo… -Pues… por mi… Ya ni se demoró en buscarme la verga con su mano. -La vez anterior fue un poco a las apuradas y faltaron cosas, dijo y me besó. En tanto su mano me pajeaba despacito. La manta ya no estaba y la ropa tampoco duró mucho puesta. Me fue besando el pecho y el vientre hasta quedar cara a cara con mi miembro. Sentí el primer roce de su lengua. Me lo capturó con los labios y entró a chupar. Realmente la mamaba de maravillas. Me miró sonriente y dijo: -Esto me había quedado pendiente… para luego seguir con la tarea. Maravillosa tarea. En tanto yo tampoco permanecí pasivo. Mis dedos fueron a acariciar su divina concha que ya empezaba a humedecer. Me moje bien el medio con saliva y entré a pajearla para su deleite. -Ponte por encima y dame tu almejita. Quiero lamerla bien. Obediente se puso en posición para dejarla al alcance de mi boca. Estaba riquísima. Gozábamos los dos y levantábamos temperatura. -Ya deseo cogerte, le dije. Me gustaría en cuatro patas como la otra vez… -Siii… me encanta que me cojan así. Me va muy profunda y la siento bien ...
... adentro! Sin demora se plantó en el medio de la cama con sus nalgas en alto y los inflamados labios saltones entre las piernas. Me acerqué bien para ir abriéndola con la punta misma de mi verga… -Cójame… cójame por favor, dijo traviesamente y recordando las palabras que empleó en el anterior encuentro. Ya los rayos y la lluvia poco importaban. Entré sin pedir permiso, en una estocada que me llevó media verga y la hizo gemir. Empecé a cogerla suave. Yendo y viniendo. Sintiendo sus carnes a lo largo de toda mi verga. Cuando encontramos el ritmo fue como si la tormenta se desatara en la cama. De pronto me quedé quieto y fue ella quien frenéticamente buscó la penetración en un juego delicioso. Iba despacio y volvía rápido. Cogía de maravillas! Prolongó el juego por largo rato mientras yo hacía lo imposible por no acabar y seguirle el ritmo. Después la tomé fuerte por las caderas para darle rápidos y profundos empellones, penetrándola hasta lo más hondo. En eso llegó su orgasmo y apenas después el mío en una descarga copiosa y caliente. Se tiró de costado en la cama y yo me acosté a sus espaldas con la verga cansada y mustia. Ambos recuperando de a poco la respiración. Le besaba la nuca y acariciaba sus tetas. -Ponla en lo calentito entre mis nalgas, me dijo. Sonreí y lo hice. Nos quedamos entregados al juego de caricias. Yo en sus pechos con mi mano y ella en mi verga con su culo. Hasta que al rato empezó mi poronga a revivir. -Oye… tú no querrás cogerme mi culito, ...