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Segundas partes son buenas
Fecha: 22/04/2022, Categorías: Hetero Autor: Geronimo68, Fuente: CuentoRelatos
... verdad? -Yo no haré nada que tú no quieras…! -Y si yo quiero? -Entonces puedes estar segura que lo hare… una vez más. -Te cuento un secreto. Desde aquel día que me lo rompiste, no ha vuelto a pasar. Mi esposo no me lo pidió y yo me lo cuidé… -De verdad fue aquella tu primera vez? Lo soportaste tan bien que pensé ya no eras virgen anal… -Es que es día estaba tan caliente que iba por todo, no me importaba nada!!! Ya mi verga se había puesto otra vez tiesa. Ella me la agarró y entró a juguetear y pasársela por el hoyito. -Espera, le dije… hagámoslo como se debe. Ponte en cuatro patitas que te lo quiero lamer. Así se puso para dejar que mi lengua le dedicara una larga y preparatoria lamida. Se puso muy caliente. -Ya por favor. Cógemelo bien como tú sabes… Mojé mis dedos con sus jugos y la leche que aún tenía en su concha y con ellos lubriqué su tentador culito. En el primer intento no pude, se me resbalaba. Se separó ampliamente las nalgas para abrir el ano. Entonces empujé certeramente y ...
... entré. Esperé a que ella se acomode y habitúe. -Estás bien? -Si… solo me dolió un poquito! Métemela más! Escuchar el pedido y empujar fueron simultáneos. Empujé, empujé y empujé hasta que choqué con sus nalgas gloriosas. Retrocedí y volví a embestir. Tranquilo y suave cogiéndola pausadamente. -Me encanta… dame más! Así que fui entrando y saliendo más rápido. Le quitaba media verga y la penetraba. Se la sacaba hasta la cabeza y volvía a empotrarla toda. Cada vez más fuerte! -Hazme una pajita con tu dedo, me pidió y así lo hice… -Creo que voy a tener otro orgasmo –dijo- no sé si en la concha o en la cola. Estoy toda alborotada! Y el anunciado orgasmo fue intenso. Se convulsionó toda y descargó energías como las de un rayo. Pero la seguí cogiendo hasta que con los apretones del ojete, hizo que me descargara una vez más y la llenara de más leche. -Gracias querida tormenta… gracias queridos rayos, dijo y nos echamos a reír. Nuestra tormenta se aplacaba en tanto la otra seguía estruendosa e intensa…