1. Una madura muy provocadora


    Fecha: 04/05/2022, Categorías: Infidelidad Autor: yuliana, Fuente: CuentoRelatos

    ... verdadero placer, supongo que tú también tendrás cosas que hacer y te quito tu tiempo".
    
    —"Pues en realidad no, que lastima que te tengas que marchar, lo estaba pasando genial". —Agregue.
    
    —"A menos que puedas acompañarme a casa y ahí te invito algo, no sé si puedas". —Dijo Mariana.
    
    —"Por supuesto, acepto Mariana".
    
    La primera chispa mutua la sentí al cruzar la avenida para tomar el autobús; con bastante tráfico vehicular, la tome por la mano (acto que no rechazo) y así cruzamos al otro extremo, solo que ya no la solté por un rato. Subimos en el próximo colectivo que hizo la parada el cual iba por demás lleno. Me pare detrás de ella, el viaje resulto delicioso y caliente, cada frenada y arranque provocaba el golpeteo de sus carnosas nalgas contra mis adoloridos testículos y miembro (otra vez húmedo y erecto bajo el apretado pantalón de mezclilla); era imposible –pensaba- que ella no se diera cuenta de tanto magreo, pero igual dejaba que sucediera.
    
    Las últimas dos cuadras caminamos, en ese lapso algunos vecinos saludaban a mi acompañante y a mi me miraban con curiosidad, incluso algunos rumoraban, Mariana no daba importancia al hecho y así seguimos hasta llegar a su hogar.
    
    Era una linda finca de regular tamaño, bien iluminada y de buen gusto al decorar; me invitó a sentarme en la amplia sala de la estancia junto a la cual había una pequeña cantina.
    
    —"¿Qué tomas Johny? ¿Algo en especial?"
    
    —"¿Un tequila se puede y que me acompañes con otro?"
    
    —"Por ...
    ... supuesto amigo mío."
    
    Poco después estábamos sentados juntitos en el sofá grande y con la botella medio vacía en la mesita de centro. Confesamos al calor de las copas nuestras penas, las frustraciones con que cargábamos; me confió que se dejaba ver conmigo por los vecinos para que rumoraran y ver si con eso lograba que su marido le prestara más atención. Le confié también intimidades mías. Algo surgió entre nosotros, lo sentíamos a pesar de conocernos tan poco.
    
    Conforme avanzaba el tiempo pasamos de lo solemne de nuestras penas a la alegría que por momentos llegaba a la carcajada; nos encontrábamos ya, totalmente desinhibidos. Fui dejando "descuidadamente" mi mano sobre su suave y sensual rodilla desnuda, al no encontrar queja en ello, la fui subiendo sutilmente sobre sus carnosos muslos maduros, cada vez más y más dentro. Su estado etílico le provocaba hilaridad y desdén, pues su escote caía coquetamente sin que ella le diera importancia; la vista de sus senos, sus muslos, el alcohol… todo me tenía en un estado de sopor delicioso. Inevitablemente sin mediar palabras sucedieron los besos, muy intensos y largos estos; mis manos ya recorrían todo su cálido cuerpo.
    
    —"Johny, seguro no lo creas pero te juro que no hice algo como esto jamás, nunca he engañado a mi marido en todos estos años; pero estoy cansada de ser tan fiel a una causa perdida, ya no soy una nena y no me quedaré con las ganas de que al menos hoy algo pase con esta maldita rutina".
    
    —"Menos creerás que tampoco ...
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