Una madura muy provocadora
Fecha: 04/05/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: yuliana, Fuente: CuentoRelatos
... he fallado a mi esposa, pero igual ya me cansé de su eterna y vigilante presencia, una oportunidad como esta difícilmente encontraremos así que dejémonos llevar y que pase lo que tenga que pasar".
En ese sofá las cosas subieron de tono, mis manos iban y venían, entraban y salían debajo de sus delgadas prendas. Sintiéndola entregada a mi, le baje la tanga hasta las rodillas para acariciar a placer su vagina desnuda, era suave, cálida y húmeda; simplemente me apeteció lamer su coño.
—"¿Puedo "probarte" Mariana? Mi esposa jamás ha dejado que lo haga, dice que es algo sucio".
—"¡Mmm Johny! Y mi esposo jamás la "prueba" por la misma vaina de estupideces ¡anda papi cómela tu por él!"
Sentada se recostó hacia atrás en el sillón, subí su falda y ella abrió las piernas exponiendo su vulva caliente y depilada (solo una ligera rayita de vello cortito adornaba su virtud). La lamí de abajo para arriba en múltiples ocasiones; penetraba mi lengua en su raja por momentos, hasta que con mis manos abrí sus labios vaginales para ubicar claramente su clítoris para succionarlo y lamerlo hasta hacerla bramar de un placer casi insoportable. Su líquido viscoso me impregnaba boca y cara, su esencia babosa, clara y espumosa aunada a su aroma sexual, lejos de darme asco despertaron mis más bajos instintos.
—"¡Aghhh yaaa amor! ¡Me vuelves loca! Tómame ya que seré tuya… Sígueme, quiero que me tomes en nuestra habitación".
La seguí escalera arriba con la mirada obscena gozando del ...
... contoneo de sus piernas y culo delicioso subir, pronto sería mía. Rodamos por la enorme cama matrimonial y prácticamente le fui arrancando sus prendas hasta dejarla completamente desnuda. Y he de decir que la señora de familia presumía de un cuerpo tan frondoso y firme como el que más, acaso dotado con la experiencia que los años dan. Quite lo ultimo que me quedaba encima también; no podía más, me tire encima de ella y ansioso la penetre de tajo (con la lubricación que ambos llevábamos acumulada no fue problema).
Perdonaran la expresión pero ¡puta madre que hembra! La penetraba y penetraba profundo, fuerte y rápido; Mariana gemía escandalosamente y sólo conseguía enervarme más y darle más intensidad. Sus enormes pechos iban de acá para allá saltones y sensuales, de vez en vez me daba tiempo de mamar sus rozados y saltones pezones. El placer ya era en extremo placentero e incontrolable, estaba por reventar.
—"¡Agghhh… No puedo másss… Me voy a "correr" Mariana! ¡Me "vengooo"!"
—"¡Si amor si… Mmm… Anda, vente en la alcoba de mi marido y deja bien dentro de mi tu semilla".
Sentí contraer mis dolidos testículos y tras esto los inevitables y abundantes chorros de semen caliente que iban inundando las entrañas de Mariana; mi vista se nublo, mi piel estremecía del prolongado éxtasis que me proporcionaba aquella señora de blanca y suave piel. Y ningún remordimiento sentí por engañar a quien es mi mujer ni mucho menos por el caballero aquel del cual poseía sexualmente a su esposa ...