1. Piso mixto


    Fecha: 20/05/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... arriba, indicando que me levantase.
    
    —Bueno... La chupas bastante bien... Estás hecha una artista... ¿Tomas la píldora o algo de eso, entonces?
    
    —N-no... —respondí.
    
    —Bueno, pues me corro en tu boca y listo —respondió Raúl, al tiempo que me agarraba de la mano y me guiaba al sofá.
    
    Una vez allí, se sentó y me hizo una indicación para que montase encima de él.
    
    —Vamos guapa, que vas a cabalgar un poquito...
    
    Yo obedecí y me coloqué encima de él a horcajadas. Él me miraba con lascivia mientras se agarraba su polla y buscaba la entrada de mi coño. Estaba tan empapado que apenas hizo falta que empujase. Su tremendo rabo se abrió paso en mi interior sin esfuerzo, arrancándome un par de gemidos… Ya no había vuelta atrás, aquellos dos macarras iban a follarme ahí mismo… Era mi primera vez con dos hombres a la vez.
    
    —Y a mí me dejas la puerta de atrás, ¿no, cabrón? —dijo Tony un poco mosqueado, al tiempo que Raúl me estrechaba con sus duros brazos y empezaba a taladrarme la entrepierna—. En fin... Iré a por la vaselina...
    
    —Oh... E-eh... —gemía yo, confusa— ¡¿Por el culo...?!
    
    —Hombre, no... Si te parece... ¡Pues claro! —dijo Tony mientras rebuscaba en un cajón.
    
    —Oooh... Oh... P-pero... —apenas podía hablar con las taladradas de Raúl. Iba a correrme muy pronto si seguía así. Esa polla era enorme, alcanzaba sitios que mi novio jamás había alcanzado. ¿Sabes la sensación que tienes cuando te pica la espalda y no llegas, y luego coges un lápiz y te das de sobra, y ...
    ... te da un gusto que flipas? Era una sensación parecida. Mi novio jamás podría competir con aquellas mostruosidades.
    
    —Ni peros ni peras, monina. Que yo quiero descargar los huevos también... Y así te vas acostumbrando... En este piso somos bastante follaculos…
    
    Yo no me podía creer que mi primera vez por el culo fuese con dos tíos que acaba de conocer... Sin embargo, las embestidas que me estaba dando Raúl pronto hicieron que se me olvidase eso... Ya estaba a punto de correrme.
    
    Justo en ese momento, sentí a Tony metiéndome los dedos por el culo, bien pringados de vaselina... Era una sensación muy extraña, nunca me había metido nada por ahí... Sin embargo, he de reconocer que me gustaba bastante. Sus dedos entraban y salían fácilmente con la lubricación, y pronto sentí cómo mi culo dilataba un poco con ese masaje. Me mordí los labios y entonces, pasó: mi cuerpo empezó a estremecerse de una manera violenta y espasmódica… Me estaba corriendo. Sin embargo, Raúl no detenía su taladrada. Parecía que quería derribar mi cérvix.
    
    De pronto noté cómo el sofá se hundía un poco bajo el peso de Tony. Notaba su respiración en mi nuca y en mi oreja...
    
    —Aquí va, zorrita... Vaya culito más bonito tienes, así rosita —me susurró al oído, al mismo tiempo que notaba su enorme glande abriéndose paso por mi ano, dilatándolo y estrechándolo lenta pero imparablemente. Pronto tenía más de un palmo de carne instalado en mi ojete—. Te va a costar andar después de esta...
    
    Atrapada entre esos ...
«12...91011...»