Piso mixto
Fecha: 20/05/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... decepción.
—De acuerdo, mira, como digáis. ¿Vamos a ver ya el piso? —dije intentando disimular mi disgusto.
—Si claro, vamos para allá.
Pagamos la cuenta y fuimos para el piso. Estaba literalmente a la vuelta de la esquina, a unos treinta metros. Entramos en el bloque y me encontré un recibidor con solería de mármol, limpio y reluciente. Aquello era muy distinto a la urbanización ruinosa y mal situada en la que había vivido hasta el momento, en donde las zonas comunes estaban asquerosas. Nos subimos en un ascensor, que era limpio y de última generación, con grandes espejos y buena iluminación, y muy silencioso. Recorrimos el pasillo hasta llegar al piso. Tony sacó las llaves y abrió la puerta, que parecía tener un sistema de cerrojos bastante pesado. Cuando entramos, no pude disimular mi cara de sorpresa: aquello era mucho mejor de lo que esperaba. Si en las fotos parecía simplemente “amplio y moderno”, ahora parecía enorme, majestuoso y de diseño. Una vuelta por todo el piso confirmó esa primera impresión: ese piso no se me podía escapar. Ni en mi casa había vivido a ese nivel. ¡Qué coño! Si parecía un piso sacado de una revista de famosos... Y no solo eso. Algo que no ponía en el anuncio es que la urbanización tenía hasta piscina... ¡Y el baño tenía jacuzzi! ¿Qué más secretos se habían callado esos dos?
—Bueno, ¿qué te ha parecido? —preguntó Raúl tras el tour.
—La verdad es que está genial —dije ilusionada, sin poder disimular mi emoción—. Creo que me quedo. ...
... ¿Cuándo firmamos?
—Oh... Eh... No tan rápido —dijo Tony con seriedad, reventando la burbuja en la que me había subido—. Tenemos más gente interesada... De hecho, ahora después hemos quedado con otro chaval, y mañana tenemos tres más. Tenemos que hablar con todos y eso...
—Oh, claro, entiendo... —respondí, cortadísima. Me había emocionado demasiado pronto.
—Aunque bueno, si te interesa mucho... ¿Qué nos ofreces? —preguntó Raúl, cruzándose de brazos y mirándome con seriedad.
—¿Que qué os ofrezco? —dije, de nuevo sorprendida— Pues pagar lo que corresponda de alquiler y punto. Que además, ya estaba en el anuncio...
—No... Ya, pero digo aparte de eso —insistió Raúl.
—Oh... Bueno, supongo que... a ver, si eso podría limpiar yo de vez en cuando las zonas comunes... Pero ya cada cuarto se lo averigua cada uno, ¿eh?
—Bueno, mira, ya te llamamos si eso, ¿de acuerdo? —dijo Tony dirigiéndose a la puerta, bastante cortante— Ha sido un placer, Estefi.
—¡No! Esperad... ¿qué queréis? Es que no sé a qué os referís. ¿No queríais que limpiara?
Tony se volvió.
—A ver... —me miró de arriba a abajo mientras se pasaba un dedo por el mentón, pensativo—. La verdad es que estás muy buena y me has gustado bastante. Si te vienes a vivir aquí con nosotros... ¿estarías dispuesta a ser cariñosa de vez en cuando?
Aquello tenía que ser una broma. Me quedé boquiabierta y no respondí durante unos segundos. Los dos chicos me observaban expectantes.
—¿C-cómo...?
—Ya sabes, ...