1. El mal clima.


    Fecha: 27/05/2022, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Vivo en un estado del norte de México. En esta región unos días amanece con calor o frío o repentinamente llueve. Mal clima pero con gente hermosa.
    
    Mamá, “Tere”, trabaja entre semana en dos kínder, uno en la mañana y otro en la tarde. Los sábados es maestra de catecismo en una iglesia de colonia popular. Tenía, y sigue teniendo, un cuerpo envidiable para todas las que andan en sus cuarenta y tantos años (es cosa de “genética curvilínea”). Unas Posaderas grandes y definidas a pesar de lo prominentes que son. Más alta que papá (1.75 o 1.80). Pechos copa “E” (que me faltó de heredar). Abdomen plano. Cintura bien definida. Tez blanca. Ojos azules. Cabello cortito que teñía de rubio.
    
    Como toda señora que limpia su casa, mamá, tenía su ropa favorita para hacerlo. Una blusa de tirantes delgados color durazno con vuelo en el abdomen, mostrando poquito el ombligo. Cada que se agachaba esa blusa dejaba jugar, entre bamboleos, el escote en forma “V” y su par de pechos enormes. Cualquiera que estuviera presente cuando mamá hacia sus refriegas de la duela, levantadero de cosas, exprimidas de trapeador o hasta simplemente sirviendo de comer podía ver los senos enormes columpiando de lado a lado en sus brasier’s con encajes.
    
    Usaba un short tipo de vestir, color celeste, medio decolorado. Le llegaba arribita de sus rodillas, pegado a sus muslos gruesos y exhibiendo los grandes chamorros. Se le adhería muy bien a la forma de sus asentaderas, lo normal para una señora nalgona. La ...
    ... prenda andaba en sus últimas. El sol exponía cacheteros o tangas gracias a las costuritas de la ropa interior pero eso ya era lo de menos porque aquella tela (el color celeste-traslucido o el uso) transparentaba enteramente la tez blanca, sus glúteos redondos comiendo tanga o forzando un cachetero. Simplemente estando parada, sin hacer nada, los shorts se rendían ante las curvas de mamá. Calzaba tenis blanco, choclos, sin calcetines. Cabello recogido, colita de caballo, medio fleco. Sin tanto maquillaje. Lentes negros pasta gruesa porque es medio siega…y ya.
    
    Yo soy chaparrita. Piel blanca. Cabello negro, cortito. Ojos cafés. En ese entonces tenía unos 24 años y un rostro angelical con pequitas en mis mejillas (aún lo mantengo a mis 32 años). Cuerpo retocado en “GYM”. No soy muy chichona pero me defiendo con una copa “B”; levantadas y duritas. Abdomen plano sin cuadros, ombligo chiquito, cintura pequeña que remataba en grandes caderas y piernas contorneadas: gruesas. Unas nalgas muy bonitas (de familia) grandes y regordetas como un durazno. Me “Fascina” que me suelten piropos en la calle. En ocasiones tanta majadería me hace mojar (jajaja). El piropo que me hace retorcer de placer es que me griten “Culona” (jajaja). No sé qué me pasa. Les aseguro que muchas veces vuelvo a pasar frente al vulgar-pelado-cochino para volver a escuchar su piropo.
    
    Veía televisión recostada sobre el sillón, boca abajo, estaba cómoda en la sala. Cola de caballo. Llevaba unos tenis (no recuerdo el ...
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