Conocidos desconocidos
Fecha: 05/06/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
... ella se masturbaba delante de un hombre y aunque estaba dormido, no podía dejar de sentir culpa y cierta mezcla de dolor, pues era pecado.
Carlos se despertó con el sonido de la lluvia, azotando en el techo de aquella casa que seguramente abrigaría sus intenciones con Raquel. Fue entonces cuando escucho unos gemidos ahogados en el sonido de la tormenta… unos sonidos guturales que provenían de algún lugar de esa casa; intrigado salió de su cuarto y comenzó a buscar el origen de dicho sonido, yendo a parar a la entrada de un cuarto cuya puerta estaba abierta.
No podía creer lo que sus ojos veían, ahí, ante él, estaba Raquel, con sus bragas en los tobillos y con una mano debajo de su falda y la otra acariciando uno de sus pechos, pellizcando ese pezón, embelesado, solo se dedicó a observar y a acariciarse a su miembro, que ahora estaba más duro que al principio. Durante unos minutos de sobriedad, Carlos solo se quitó de ahí, y se enceró en su cuarto; Pensó durante un largo rato la situación, se despojó de sus ropas y se dirigió a la bañera; mientras el agua recorría todo su cuerpo no podía apartar a Raquel de sus pensamientos; solo pensaba en sus manos hurgando en esa cueva... en penetrarla... y con ese pensamiento, solo consiguió excitarse mucho más y entonces se masturbo.
Lentamente acaricio su miembro soñando con el momento que ella lo haría por él, se imaginó la calidez de su boca ingiriendo su tridente y en un instante exploto derramando toda su leche en sus ...
... manos. Cuando Carlos terminó de bañarse se dirigió hacia su cama y se recostó así, desnudo, no sabía cuáles eran las costumbres de aquella casa, pero lascivo como se encontraba se jugaría el todo por el todo. Decidió ir al encuentro de Raquel sin importarle nada, la haría suya a toda costa; era más de la media noche, todo estaba oscuro y solo se iluminaba la casa cada vez que un rayo partía la oscuridad de la noche y el ruido de sus pisadas en el suelo de madera era sonoro. La casa estaba prácticamente sola, pues la servidumbre no se quedaba a dormir ahí; así, en un arranque de valor, se dirigió al cuarto de Raquel y abrió la puerta.
Ella estaba dormida y solo con un camisón encima, pero podía marcarse claramente su exquisito cuerpo de mujer; él, al verla se puso duro, tan duro que comenzó a dolerle su miembro; aventurado, comenzó a avanzar hacia la cama y lentamente aparto la sabana de Raquel, quien solo gimió para sus adentros, él al darse cuenta que aún continuaba dormida comenzó a acariciar su piel, desde la cara, para después dar paso a su cuello; poco a poco fue abarcando terreno, cuando llegó a sus pechos, ella comenzó a jadear, su respiración se hizo entrecortada. Él comenzó a jugar con sus tetas, que se paraban reaccionando a las caricias de Carlos; empezó por rozarlas con las yemas de los dedos... así... después de un rato... se atrevió a rozarlas con la lengua... y viendo que ella aun no despertaba... comenzó a besarlas pausadamente... pasando por todo el contorno de ...