1. En el baño de hombres de una discoteca


    Fecha: 06/06/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... animé por esta nueva fantasía.
    
    Nadie nos conocía en esta ciudad, al menos ningún conocido de nuestro vecindario, aun así lo pensé mucho para decidir dejarme culear en una disco.
    
    —Vete a los baños y espérame allá
    
    —Ok
    
    —Al baño de hombres
    
    —¿Qué?
    
    —Si, entra en uno de los baños de hombre y espera ahí
    
    —Estás loco! Quedamos que tú entrarías al de mujeres
    
    —No. Ve, no lo arruines, estás mojadita, lo sé
    
    —Ok, tonto
    
    Era cierto, estaba excitada desde que comencé a bailar, sin pantaleta, con un dildo insertado en mi culito, recordándome en cada movimiento lo que me esperaba un poco más tarde, con el miedo de que algún atrevido me levantara el vestido, los mensajes constantes de Diego, el estruendo de la música, mirando a todos lados, ligando que no hubiera nadie que me conociera. Todo aquello me tenía excitadísima.
    
    Caminé hasta los baños y fui directamente al de los hombres, si no me hubiese decidido rápido como lo hice creo que no habría sido capaz de entrar y entonces la fantasía se habría arruinado.
    
    Venía saliendo un chico del baño, me miró de arriba abajo y siguió su camino. Me dio mucha pena. Por fortuna no había nadie en el baño de hombres, había 4 cabinas, además de la zona pública, un inmenso espejo rectangular de punta a punta. Me metí en la cabina del fondo y cerré la puerta. No me creía lo que acababa de hacer, estaba en un baño de hombres, en una discoteca abarrotada de gente de todo tipo. Se oía un nuevo tema musical, música electrónica, ...
    ... retumbaba por todos lados, incluso en los baños.
    
    Le escribí a Diego.
    
    —Ya estoy en el baño de hombres
    
    —Ok, ya sabes lo que tienes que hacer, voy enseguida
    
    Coloqué el teléfono encima de la tapa del retrete, me puse de espaldas y le quité el pasador en la puerta, el corazón me latía a mil, estaba súper nerviosa. Conté los segundos que quedaban, respirando algo ansiosa.
    
    Oí cuando se abrió la puerta de mi cabina, esta tenía un chillido muy particular, me quedé quieta sin voltear a ver, solo necesitaba sentir la piel de Diego o escuchar su voz para saber que era él quien había entrado.
    
    Vi frente a mis ojos de manera veloz unas manos con una tela que de inmediato cegaron mi vista. Me había vendado aunque no estaba del todo segura de que fuera Diego. El hecho de no verle la cara me produjo una extraña sensación, sabía que era él pero no verle llegar y no verle en todo el tiempo que estaríamos ahí me excitaba en gran manera.
    
    Me sujetó del cabello acercó su rostro al mío y me besó la mejilla izquierda.
    
    —Vas a llevar güevo
    
    No respondí, previamente me había dicho que no debía decir ni una palabra y que no nos veríamos, me culearía y se iría.
    
    Me acomodó el cabello, me levantó el vestido y me quitó el dildo con brusquedad haciéndome quejar de dolor.
    
    Me dio varias palmadas en mis nalgas haciéndome retorcer de dolor pero un dolor soportable y delicioso que lo que hizo fue excitarme más, él lo sabía.
    
    Sentí que se agachó, me abrió las nalgas y escupió varias ...