1. Terapia de pareja


    Fecha: 19/06/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... intimidan a la mayoría de los hombres, con Lucía, el sexo opuesto se habría de sentir lo suficientemente seguro como para abordarla. Al doctor no le cabían dudas de que Lucía tenía montones de pretendientes.
    
    — Me dijeron que los problemas empezaron hace seis meses. ¿Qué sucedió en ese momento?
    
    — Nada en particular. — Dijo él, por fin.
    
    — Hagan memoria. Habrá sucedido algún acontecimiento fuera de lo común. Algo significativo en la vida de ambos.
    
    — Bueno, yo me recibí. —Dijo ella—. Y empecé a trabajar en una empresa de construcción.
    
    — Ya veo —dijo el doctor—. ¿Y aproximadamente en esa fecha fue cuando comenzó a tener eyaculación precoz, e impotencia, Hernán?
    
    — Sí, puede ser.
    
    — Dígame ¿Encontró la forma de satisfacer a Lucía?
    
    — Sí, me hace buen sexo oral —dijo ella, defendiéndolo.
    
    — Pero no es lo mismo. — Acotó Hernán.
    
    — No, no es lo mismo —asintió el Dr. Ferrari—. Sobre todo para usted ¿Verdad Hernán?
    
    — ¿Qué quiere decir?
    
    — Tranquilo, acá no venimos a culpar a nadie —lo tranquilizó el docto —. Lo único que quiero es que se vayan de acá mejor a como entraron. Dígame Hernán, ahora que lucía trabaja como una profesional, y comienza a conocer gente con intereses en común ¿Cómo se siente?
    
    — ¿Me está preguntando si me siento celoso?
    
    — Le estoy preguntando si se siente amenazado.
    
    — Puede ser.
    
    — ¿siente que los hombres que rodean a Lucía son mejores que usted?
    
    — Tal vez. —Dijo Hernán, con vergüenza.
    
    — Debe ser muy duro sentirse tan ...
    ... disminuido. Sin embargo, acá están, en mi consultorio. En lugar de intentar con otro psicólogo ortodoxo, acudieron a mí.
    
    — Así es —dijo Lucía, y aprovechando el comentario del doctor, agregó—. Quizá sea el momento de que nos explique un poco más de sus métodos.
    
    — Ya llegaremos a eso —contestó el doctor, y luego, dirigiéndose a él preguntó— ¿Cuál es su fantasía más recurrente Hernán? Y recuerde que las fantasías no tienen que ser necesariamente buenas.
    
    — No sé, tendría que pensarlo.
    
    — Decile la verdad Hernán.
    
    — Tranquila señorita. No se apresure. Dejemos que su novio decida cuándo contestar. Ya es hora de que empiece a tomar decisiones —dijo el doctor, y luego, dirigiéndose a Hernán, agregó—. Hernán, usted está acá por su propia decisión. Eso ya de por sí es algo positivo. Si decide no contestar, también está tomando una decisión, cosa que, de alguna manera, según creo, reafirma su hombría. Pero si se queda, le pido que por favor responda la pregunta. ¿Cuál es su fantasía más recurrente?
    
    Tras tensos momentos de silencio, Hernán contestó:
    
    — Mi mayor fantasía… digo, no fue siempre así, pero últimamente es… —Tragó saliva—, es ver a Lucy teniendo sexo con otro hombre.
    
    — Ya veo. ¿Y eso, como lo hace sentir?
    
    — Me hace sentir mal. Me la imagino cada vez que no está conmigo, que está con alguien más. Que se la están cogiendo mientras yo estoy en el trabajo, como un imbécil, que se está encamando con alguno de sus compañeros, en esos días que llega tarde del ...
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