Amor por pasión
Fecha: 25/06/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
La Señorita R me pidió amor y la di pasión. Un relato de imaginación de una mente sucia y perversa cada vez que pienso en ti.
¿Queréis que os diga cosas románticas, como que, que pienso demasiado en ti, en momentos en los que no debiera?, ¿Que pienso muchas veces que estamos solos (donde sea)?, ¿Que nos aprovechamos de ese preciso momento para hacer y darnos el amor que queremos recibir el uno del otro?
Imagínate tú y yo caminando hablando, agarrados de la mano o abrazándonos mirándonos con gran deseo y sin atrevernos ninguno de los dos a dar el paso, el paso que tanto deseamos dar, pero por si no acertamos con el momento justo y se produce el rechazo del otro no nos atrevemos a dar, pero seguimos mirándonos con ojos encendidos por la pasión, pero oprimidos por los nervios "será el momento o no", simplemente se nos nota hasta en la respiración que con solo las mirada nos provocó cierto sofoco, nos paramos y nos ponemos uno frente al otro, seguimos mirándonos y vamos acercándonos el uno al otro lentamente hasta que se tocan nuestros labios, primero un beso tierno y leve, con miedo por el rechazo, pero no lo hay, hay aceptación y una preciosa sonrisa de desahogo por haber dado ese beso, que parece ser el principio de más y que en esos instantes hay miradas de pasión. Volvemos a acercarnos, de nuevo lentamente y nos damos otro beso, con más pasión y más largo, las bocas entre abiertas pero con miedo aún de recibir la lengua del desenfreno, me besas tiernamente los labios ...
... el superior, el inferior, lo mismo hago yo, mientras tanto nuestras manos ya no están entre lazadas, las vamos deslizando hasta llegar abrazarnos y hacer que nuestros cuerpos se unifiquen...
Tú me acaricias y yo también toco tu espalda siento tu respiración intensa mientras nos seguimos besando, estos besos empiezan a ser diferentes, más intensos, empiezan a juntarse nuestras bocas como siempre hemos estado deseando, nuestras lenguas empiezan su guerra particular por ser la ganadora en esta batalla de pasión, hasta llegar una sola. Mientras tanto nuestros abrazos también empiezan a ser más apasionados y las manos empiezan a deslizarse a partes del cuerpo más apetecibles de tocar por las ganas de producir todo el placer posible e imposible de dar.
Yo empiezo a buscar tus caderas marcadas por un pantalón negro y que no deja ver el tanga que tienes puesto, pero no importaba con mis manos descubriré tus formas haciendo que el grado de excitación aumente hasta unos límites excesivamente altos, tu mientras me abrazas apretándome con fuerza haciendo sentir tus preciosas manos en mi espalda. Ya no nos besamos en la boca, ahora empiezas a besarme en las mejillas y vas acercándote al lóbulo dándome besos tiernos, dejando sentir tu respiración en mi cuello para provocar mayor excitación, tu cuerpo y el mío están cada vez más juntos siento como tus pechos se aprietan contra mí cada vez con más fuerza, en estos momentos no me hace falta tocarte con mis manos para sentir tus pechos, ...