1. ¡Por el culo no, hijo!


    Fecha: 11/07/2022, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... madre:
    
    -¿Cómo se come un coño, madre?
    
    Winter se escandalizó.
    
    -¡Ay que ha dicho! ¿Quién te habló de esa palabrota?
    
    -La misma chica que me habló del coño.
    
    -¿Cómo te lo dijo?
    
    -Me dijo. "¿Te gustaría comerme el coño, guapo de cara?"
    
    -¿La que dijiste que era más fea que yo?
    
    -Sí, madre, pero le mentí, es más guapa que usted.
    
    Lady Winter se enfureció
    
    -¡¿Cómo se llama esa chica?!
    
    -No se lo voy a decir.
    
    -No me va a quedar más remedio que quitarte el veneno para que me digas cómo se llama. Desnúdate y ven.
    
    Peter se quitó la bata, debajo no llevaba nada, bueno, llevaba la polla empalmada y los huevos llenos de leche. Se quitó las zapatillas negras con piso de goma del mismo color, cogió una y fue junto a su madre. Le puso la polla en los labios, levanto la mano con la zapatilla, y le dijo:
    
    -Abre la boca y mama.
    
    Lady Winter había deseado mil veces que llegase aquel momento, pero tenía que seguir representando su papel
    
    -¡¿Qué te han hecho, hijo?!
    
    Al abrir la boca le entró la polla hasta la garganta y casi vomita con las arcadas que le dieron.
    
    -¡Chupa!
    
    Lady Winter se hacía la decente, pero el hijo estaba cansado de saber lo puta que era.
    
    -No me hagas esto, Peter.
    
    Le metió el glande en la boca.
    
    -Chupa, lagarta.
    
    Lady Winter le chupó la cabeza. Peter le cogió una mano y se la llevó a la polla. Lady Winter la cogió y la apretó. Peter movió el culo para masturbarla. Lady Winter, poco a poco, fue metiendo más polla en la boca. ...
    ... Al rato Peter dejó de mover el culo y la mano de su madre se deslizó por la polla para masturbársela, luego la levantó y le lamió y le chupó los huevos. Peter le dijo:
    
    -Estabas deseando mamar mi verga y de comer mis huevos. No lo niegues, madre.
    
    Lady Winter se hizo la indignada.
    
    -Esto me lo vas a pagar muy caro.
    
    -¡Sigue mamando, guarra!
    
    Volvió a mamar el glande, a masturbar la polla, a meterla casi toda en la boca... Lady Winter estaba perra, pero disimulaba. Masturbando a su hijo y mirándole a los ojos, le dijo:
    
    -Acaba de una vez.
    
    Peter no le iba a dar su leche en la boca, de momento. La cogió por debajo de los brazos, la levantó y le quitó la bata vio sus tetas meloneras, con areolas marrones y gordos pezones. Le lamió los pezones y mamó y acarició las tetas largo rato, después la bajó las bragas mojadas, vio su felpudo, y le dijo:
    
    -¡Qué coño más bonito!
    
    Peter se sentó donde había estado sentada su madre, le echó las manos a la cintura y le lamió el coño encharcado de jugos. Lady Winter le dijo:
    
    -¡Así te envenenes!
    
    Siguió lamiendo hasta que su madre empezó a gemir. En ese momento, le dijo:
    
    -Coge mi zapatilla del piso, dámela y échate sobre mis rodillas.
    
    Lady Winter se siguió haciendo la difícil.
    
    -¿Y si no lo hago, qué?
    
    -Le digo a tus amigas que te follas al mayordomo.
    
    Lady Winter no sabía que su hijo estaba al día de sus aventuras y se envenenó.
    
    -¡Cabrón chantajista!
    
    -Puta abusona.
    
    Lady Winter cogió la zapatilla, se ...