Amor y fidelidad hasta que los cuernos nos separen
Fecha: 12/07/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos
... continuación ella le quita la camiseta y pasea sus manos por su fibroso pecho, después desciende las manos y le desabrocha el pantalón vaquero y, mientras lo hace puede notar la protuberancia que forma su bragueta y que alberga al preso que desea ser liberado, pero los botones se le resisten por la falta de práctica y él tiene que acudir en su ayuda. Cuando ambos terminan de desnudarse por completo, Santi parece extasiarse de la delgadez de Sonia, hasta el punto de estar fibrosa, pero a él le gusta su físico, prueba de ello es el miembro que apunta firmemente hacia ella, adornando su percha.
Sonia nunca ha hecho el amor con ningún otro hombre que no sea su marido. De jovencita disfrutó de algunos escarceos y tocamientos con otros chicos, pero nunca más allá de eso y con nadie tan atractivo como el joven que está ahora delante de sus ojos y a su disposición.
Ambos cuerpos se acercan y se unen en un abrazo en el que cada mano recorre la fisionomía de su pareja buscando cada rincón sin que quede ninguno por explorar. Santi recuesta a su profesora en el sofá y se coloca encima de ella besándola de nuevo, pero esta vez su boca busca el lóbulo de su oreja y la lengua se pasea por él, después desciende por el cuello provocándole hasta dolor en los sensibles pezones. A continuación la lengua se pasea por el hombro, bajando por el brazo para dar un pequeño salto hasta sus pezones. Ni en sus mejores tiempos, su esposo le provocó tantas sensaciones de placer en rincones en los ...
... que aparentemente no tendría por qué encontrar deleite, pero allí había estado siempre cada recoveco a la espera de ser atendido por una experta lengua.
Tras un largo recorrido por su anatomía, deambula por los alrededores de su sexo, pero sin llegar a posarse en él, sólo circunvalándolo una y otra vez hasta hacer que Sonia se retuerza y contornee sus caderas buscando la esquiva lengua que parece no querer libar sus mieles.
—¿Por qué la tortura de ese modo? —No aguanta por más tiempo aquel suplicio, así que deja de lado la timidez, aferra su cabeza y la presiona contra su sexo, moviendo sus caderas en busca de la huidiza lengua.
Parece que ya ha encontrado el botín. Ahora recorre los pliegues de un sexo completamente abierto y mojado. No recuerda haber estado tan excitada, ni haber sentido tanto placer sin ser penetrada jamás. Es inaguantable. Entonces aparta bruscamente su cabeza y de piernas abiertas le pide que la folle. La vergüenza ha desaparecido dando paso a la concupiscencia. No desea más preámbulos. Le duele el cuerpo de tanto placer inconcluso. Santi se incorpora y se pone de pie. Parece que ha llegado el momento tan deseado por Sonia, en cambio dirige su miembro a la altura de su boca para que reciba el mismo tratamiento. Sonia contempla maravillada el pistolón que le apunta, y al abrir la boca, sus labios abrazan el miembro que acaba adentrándose buscando la humedad del interior. Su alumno cierra los ojos y es quien profiere los gemidos ahora.
Sonia ha ...