Amor y fidelidad hasta que los cuernos nos separen
Fecha: 12/07/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos
... del sofá manteniendo cierta distancia de seguridad e intentando no invadir su espacio vital. Su profesora se da cuenta que es todavía más extrovertido de lo que en apariencia parece, pero tampoco lo conocía tanto para saber cómo es realmente.
Él le cuenta someramente su vida y Sonia hace lo mismo sin entrar en demasiados detalles. Podría decirle que se casó muy enamorada y que en la actualidad su matrimonio es una mierda. Podría también contarle que apenas tenían sexo, aunque tampoco sabría explicarle exactamente por qué. Quizás él disfruta de alguna aventura en sus viajes, quien sabe, como tampoco sabría indicarle en qué momento desapareció la química entre ellos. Podría afirmar sin mucho error de cálculo que está más de tres meses sin tener sexo, y eso es motivo más que suficiente para aventurarse con el muchacho que tan bien parecido es. Además, todo indica que sus intenciones son las mismas.
—¿Por qué no?
Sonia le mira fijamente intentando que su timidez no entorpezca sus pretensiones. Quiere dejarla de lado para que la deje sentirse mujer. El muchacho le devuelve la mirada y se acerca un poco hacia ella. Sonia está receptiva, demasiado. Hace mucho tiempo que no tiene sexo y el apuesto joven que está frente a ella está revolucionando sus hormonas. Se acercan un poco más hasta que sus labios se juntan y sus bocas se abren para que sus lenguas se entrelacen.
El cuerpo de Sonia empieza a bullir. El prolongado beso estimula todas las terminaciones nerviosas de ...
... su cuerpo. Sus pezones se endurecen de tal forma que desean perforar su camisa. Sus labios vaginales se abren como los pétalos de una rosa en primavera. No hay remordimientos, sólo aprobación.
Las manos de su alumno cogen sus pechos, sin embargo no hay mucho donde agarrar, no obstante, sus pezones son extremadamente sensibles y Sonia abandona el beso para poder liberar un reprimido gemido, suspirando de nuevo al reencontrarse con sensaciones casi olvidadas. Una mano sube lentamente por su muslo hasta que se detiene en su sexo. Nota un apretón, pero con el pantalón puesto no tiene la sensibilidad que desea. Quiere desnudarse y facilitarle la labor. Quiere que la posea y sentir su carne dentro, pero el joven parece tener otros planes y quiere seguir con el beso, intercambiando su saliva y haciendo sonoros sonidos mientras le come la boca. Ahora sí, sus manos empiezan a desabrocharle la blusa, después el pantalón. Su impaciencia la obliga a ponerse en pie para terminar de quitarse ella la ropa. Ahora él puede contemplar su exótica belleza. Se ha quedado únicamente con sus braguitas blancas, no son de lencería, son sencillas, de algodón, pero ajustadas a sus caderas parecen de lo más sexi.
Santi se levanta también del sofá y hace un gesto con la mano un tanto vulgar, como si pretendiese recolocar su entrepierna. Sonia se percata de ello y piensa que su erección está tirando de algunos pelillos. Se aproxima a él e intenta ayudarle a desnudarse. Él se quita el suéter y a ...