La alumna transex - Relatos Eróticos

La alumna transex

... en el cuello, dejando mis manos atadas a mi cuello. Me dijo que me acercara hacia la cama, como pude, caminando como pingüino, me moví hasta la cama. Una vez ahí, me coloco un gag en la boca, que es como una pelota con agujeros, que te mantiene la boca abierta, y se amarra hacia la nuca. Me la coloco, y me dijo que si quería parar ahora tendría que hacer el mismo sonido tres veces.

Me hizo recostarme así en la cama, y después levanto mi falda, y me empezó a dar con un latico de correas, he de decir que con ese, medio se siente el golpe del cuero, pero es muy suave y hasta rico que te peguen con él. Además, se notaba a leguas que el tenía experiencia y técnica para estar así con alguien.

Me dio varios golpecitos con esas correas, y después, me bajo las medias y la tanga, sentí como me unto lubricante, y me metió en el culo un plug anal. Después me subió de nuevo las medias y la tanga, y me quito el tubo de entre los tobillos. Seguido, removió el gag de mi boca, y me pidió que me hincara en el piso, acomodando, e en cierta forma. Ya hincada, se postro ante mí con su delicioso miembro de fuera, y sin más, yo solita se lo comencé a mamar. Se veía más rico en vivo, y estaba tan venocito, que sentía toda su textura cada que lo metía en mi boca. Le sabia saladito del líquido seminal que ya había sacado de lo excitado que estaba de tenerme así. Se la mame hasta que el me detuvo, luego se desnudó, y sacando unas cuerdas, comenzó a atarme los tobillos juntos. Ya que me dejo así ...

... atada, me volvió a recostar en la cama, boca abajo, me bajo las medias de nuevo, y saco el dildo. Me lo puso en la cara, y me dijo que lo chupara. Abrí mi boquita, y él lo metió, no le cabía todo en la boca porque era un poco ancho. Pero lo más rico, era lo calientito que estaba después de haber estado dentro de mí. Me quede así bocabajo con el plug en la boca, y el empezó a cogerme. Me la metía como si nada, y se resbalaba muy bien dentro de mí. Yo gemía de placer de sentirlo en mi ano, y sentirme sometidita y atada, sin poder hacer más que recibirlo. El me cogió así un buen rato, para después ponerme bocarriba, tomándome de los tobillos y empujando las piernas hacia mi rostro, me la volvió a meter. Mientras que me cogía así, me quito los zapatos, y comenzó a lamerme y besarme los pies, mientras con sus manos recorría y apretujaba mis piernitas que aun tenían las medias puestas.

Yo me sentía súper excitada de verlo así, disfrutándome a su a antojo. Sintiéndolo dentro de mí, y viéndolo besarme mis piecitos, me excitaba saber que él se excitaba con ello.

De pronto, me saco su pene de mi ano, bajo mis piernas y me levanto rápidamente. En eso, puso su pene frente a mi cara y jalándoselo rápidamente, me comenzó a eyacular el rostro. Me encantaba sentir su leche calientita brincándome como lluvia en el rostro, gotitas caían por todos lados, y fragmentos grandes saltaban para embarrárseme en gran parte del rostro. Algunas cayeron en mi boquita abierta. Cuando termino, uso su ...