Un trans, mi esposa y yo
Fecha: 15/07/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Frances y Romy, Fuente: CuentoRelatos
... arqueaba su cintura para que ese trozo de carne la penetrara lo más profundamente posible, haciendo que sus orgasmos fueran incontrolables y su rostro era la más fiel imagen de la depravación, incluso Karina gesticuló y de su boca salieron sonidos incomprensibles. Unos instantes después, se separaron y tras recobrar el aliento, ambas fueron al baño, por supuesto, yo estaba mucho más que caliente y para mitigar el fuego que me quemaba, le daba sorbos a mi bebida.
Ya que salieron, se dirigieron hacia mí, me quitaron la ropa y ambas rieron cuando apareció mi miembro cual mástil de barco, luego mi esposa se situó detrás de mí y Karina al frente, así empezaron a besarme el cuerpo desde el cuello hasta llegar a mi sexo y a mi culo, respectivamente, me separaron mis piernas y mientras Karina me mamaba la verga, mi esposa me separaba las nalgas para tratar de penetrar mi ano con su lengua, haciéndome sentir emociones y sensaciones difíciles de interpretar y de plasmar con palabras. No pude esperar más y me separé de ese placer, besé a mi esposa y me dispuse a penetrarla en su vagina mientras Karina aproximaba su verga a la boca de Romy para que le mamara su tremendo pedazo de carne.
Mi cerebro no alcanzaba a comprender como una mujer tuviera un miembro masculino, pues alzaba la vista y veía unos preciosos senos, con una cara femenina muy atractiva y al bajarla, me encontraba con una verga que era succionada con desesperación y con mucha lujuria, a los pocos minutos Romy nos ...
... pidió que la penetráramos por ambos lados como sería imposible meterse el miembro de Karina en el culo, me tocó disfrutarlo a mí. Ese hotel cuenta con una silla y un sillón especial para realizar este tipo de penetraciones, tomé asiento, luego ella se fue deslizando lentamente hasta quedar completamente ensartada, abrió sus piernas para que Karina le ensartara totalmente su carne.
Ante eso, la expresión del rostro de Romy sufría unas extrañas transformaciones, se mezclaba el placer, la lujuria y la depravación y no dejaba de mover sus caderas al mismo tiempo que apretaba las nalgas, como queriendo desprenderme la verga, para que nunca más se le saliera de su culo. Solo habían pasado unos minutos, el tiempo transcurría lentamente y ninguno quería que terminara hasta que Romy rompió la sincronización que teníamos, pidiéndole a Karina que le penetrara el culo, no quería dejar pasar la oportunidad de tener ese monstruo en su culo.
Para ello, ella empinó sus nalgas, quedando a nuestra disposición ya tenía el ano dilatado, Karina tomó el aceite lubricador y lo untó generosamente en el culo de Romy, logrando que la penetración fuera sutil pero rápida. Romy tomaba su cabello y con nerviosismo, lo pasaba por su boca, también abría sus ojos desmesuradamente y en un momento más, los cerraba apretando los puños contra su rostro; sin dejar de moverse, Karina tomó el gel y se lo untó en su ano y abrió sus nalgas con sus manos. Sin pensarlo, vi esas exquisitas nalgas y aproveche la ...