1. Lucía (Cap. II): Lucía estaba en sus días


    Fecha: 20/07/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Manuman, Fuente: CuentoRelatos

    ... objeto de la mirada de Filemón y por supuesto, de la mía.
    
    -Cada día se pone más buena ¿No?- Le dije al guardia, soltando un comentario como tantas veces hice mientras los dos mirábamos pasar a la inalcanzable vendedora estrella de la compañía.
    
    -Sí… Cada día está más buena... ¿Qué tal se ha de dar sus sentoncitos con ese culo tan rico que se carga?- Preguntó Filemón, mirándome, como si supiera que yo era testigo de que “los sentoncitos” que se daba Lucía, son lo mejor del mundo.
    
    -Bueno, espero averiguarlo un día- Le respondí, haciéndome el pendejo. -¿Por qué no le preguntas a Martín? Dicen que él ya se la cogió- Le cuestioné a Filemón, aludiendo a uno de los jefes, que se había convertido prácticamente en una leyenda, pues se rumoraba que era el único con quien Lucía había salido una vez.
    
    El rostro del viejo dibujó una sonrisa que no auguraba nada bueno, como comprobé en seguida.
    
    -Mira, Manolo. Tengo una consulta que quiero hacerte- Expresó Filemón, recargándose en el asiento de su silla y cruzando los brazos sobre su abultada barriga, mirando luego hacia ambos lados, de forma ridículamente misteriosa. –Tengo un material… Ago que de seguro les interesará a los jefes… y yo creo que a ti también- Me dijo entonces, bajando la voz hasta ser un susurro.
    
    Por un momento tuve la impresión de que el viejo estaba por ofrecerme unos gramos de yerba, alguna pastilla de éxtasis, o una grapa de coca.
    
    -Venga, Fili- Le dije, de modo amistoso -Si estás metido en cosas ...
    ... del narco, o queriéndome vender droga, será mejor que te busques a otro para ofrecer tu “material”- Mi hermano mayor había atravesado varios infiernos en su juventud a causa de sus adicciones, quedando ciego y medio idiota en el camino, por lo que cualquier cosa que tuviera que ver con esto de las drogas, me ponía la carne de gallina.
    
    Filemón rio ante mi postura y al instante siguiente sacó su teléfono del bolsillo. Pulsó algunas veces en la pantalla y lo que mostró a continuación, me dejó son aliento.
    
    -¿De dónde sacaste esto?- Le pregunté, sintiendo un nudo en el estómago cuando quise arrebatarle el teléfono sin consegirlo. -¿Qué chingados… Fili…?- Pregunté, balbuceando. Repasando mentalmente el momento en que Filemón me vio subir con Lucía a nuestra oficina la noche anterior.
    
    El video que Filemón me había mostrado, dejaba ver claramente a Lucía, sin su blusa y sin su sostén, sentada en el escritorio del cubículo que compartía conmigo, sus finos dedos subiéndose la falda para recibir la mamada que le hice a su coño al arrodillarme delante de ella. Las pocas luces encendidas de nuestro lugar de trabajo y la buena calidad de la cámara de seguridad, hacían posible ver el hermoso rostro de Lucía expresando el placer de recibir mi lengua entre sus piernas. El guardia detuvo el video en ese momento.
    
    Sentí que el corazón me dio un vuelco. -¿De dónde sacaste ese video?- Insistí, preguntándole a Filemón, quien solamente se recargó nuevamente en su asiento, en un gesto de ...
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