Un cumpleaños necesario
Fecha: 28/07/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: dlacarne, Fuente: RelatosEróticos
... levantado y se puso a cuatro patas en el sofá. Lex abrió su culo, acercó su cara y aspiró con fuerza. Fue a sacar las bolas chinas pero, al verme cerca, me dijo "¿quieres?". Me puse junto a él, entusiasmada, y agarré el cordelito de las bolas. Sonaban como ventosas al ir sacándolas una a una. Cuando la última quedó fuera, el culo de Hanna quedó abierto frente a nosotros, chupé un poco el pene de Lex y procedió a empalarla, casi literalmente.
Volvió a darme hambre. Josh estaba disfrutando follándose el increíble culo de Enma, pero me iba tocando de nuevo. Cuando reclamé mi turno, a Enma parecía importarle bien poco, la bala era todo lo que necesitaba. También me puse a cuatro patas, mirando a Hanna, con Enma sentada en medio, masturbándose con la bala y todos los juguetes que alcazaba a coger. No hubo medias tintas y Josh comenzó a follarme en esta tanda a tope desde el principio. Las manos en mis caderas, la polla muy adentro y mis tetas haciendo palmas con las embestidas. Hanna y yo mirábamos como se masturbaba Enma entre nosotras con un doble dildo, sin apagar ni un segundo la bala. La descomposición de su cara iba indicando que el orgasmo estaba cerca, hasta que finalmente explotó. Lanzó la bala por ahí y se desparramó por el suelo.
Palmetadas, tirones de pelo... todo ocurría rápido, era difícil establecer un orden. Ambas parejas nos mirábamos entre nosotras, imitándonos, provocándonos, contemplándonos. Mi coño a rebosar, su culo ensartado, debía llegarle hasta el ...
... estómago. No me lo esperé, llegó como un ruido en la noche. Me corrí, me corrí una vez más. Pocos minutos después de la primera, sin que mi cuerpo me avisara. Me caí, me quedé KO, satisfecha, sonriendo. Josh se pajeaba contento mirándome. Lo acaricié agradecida como pude, desde mi postura retorcida.
Lex y Hanna pararon y se acercaron hacia nosotros. Yo me aparté de la escena, dejando a Josh solo. Pude verle las intenciones. Hanna, como una dominatrix, mandó sentarse a Josh. Se sentó sobre él, rellenándose el coño con su polla. Se inclinó hacia Josh y estiró sus cachetes, dejando la puerta trasera a disposición de Lex. Mi niña era capaz de todo, era la mejor. Atravesada por las dos pollas negras, comenzaron ellos tres un nuevo nivel en esta fantasiosa sesión de sexo. Enma y yo estábamos destrozadas, a parte. A pesar de habernos corrido (yo dos veces) y nuestro evidente deterioro físico, continuábamos acariciándonos el clítoris, con delicadeza, disfrutando el espectáculo.
-¿Sigues teniendo ganas? - me preguntó Enma sin dejar de masturbarse.
-Estoy destrozada, pero sigo cachondísima. No sé qué quiero, la verdad –contesté jadeando, sin parar también.
-¿Te sientas en el sofá?
-¿Qué vas a hacer?
-Felicitarte el cumpleaños.
Hice caso ansiando ver qué era lo siguiente que nos esperaba. Hice acopio de todas las fuerzas que me quedaban para levantarme del suelo y sentarme en el sofá. Enma llegó reptando y, pasándose la lengua por los labios, me abrió las piernas, ...